Lunes 18 de enero de 2016, p. 27
Cancún, QR.
Este domingo, un día después de que un juez autorizó que continúe la devastación de manglares en el desarrollo inmobiliario Malecón Tajamar, activistas y ciudadanos comenzaron a recolectar firmas para interponer nuevos recursos legales contra lo que llaman ecocidio
.
Numerosas personas acudieron a firmar al módulo instalado a la entrada de Malecón Tajamar, en el centro de la ciudad. El ayuntamiento de Benito Juárez (Cancún) envió agentes de tránsito para sancionar a los automovilistas que se estacionaron para sumarse al repudio al proyecto turístico, inmobiliario y comercial.
La colecta de firmas concluyó a las 15 horas, pues a los promotores se les terminó la papelería en la que mil personas estamparon sus rúbricas.
Presentaremos un amparo federal contra el bloqueo al libre tránsito en el malecón
, dijo Raúl Fernández León, delegado estatal de la Comisión Nacional e Internacional de Organizaciones y Confederaciones de Derechos Humanos.
Poco antes de las 18 horas, máquinas y policías salieron del inmueble y media hora después alrededor de 100 personas se manifestaron a la entrada con veladoras encendidas.
Adelantó que investigarán qué juez otorgó el permiso para talar los manglares. Por lo pronto, centenas de vallas y más de 100 elementos de la secretaría municipal de seguridad pública permanecen en los accesos a Tajamar desde la madrugada del sábado.
Recurrirán a CNDH y CIDH
Según Raúl Fernández, los inconformes recurrirán a la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) y a la Organización de Naciones Unidas. Adelantó que la respuesta de la CIDH podría tardar por lo menos seis meses.
Añadió que también interpondrán un recurso ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) por la violación a la suspensión provisional que se emitió en agosto pasado contra los trabajos, los cuales se reanudaron el fin de semana.
Malecón Tajamar es un proyecto turístico inmobiliario de 70 hectáreas –de las cuales 58 ya fueron urbanizadas, lotificadas y vendidas– clausurado el año pasado después de una protesta de más de 100 niños que demandaron vivir en un medio ambiente sano.
En el predio, que colinda con la laguna Nichupté y la zona de manglares del mismo nombre, se pretende edificar 22 proyectos, entre ellos la basílica católica de Cancún, un centro comercial, estacionamientos y oficinas, así como una zona residencial con 3 mil 600 viviendas y torres de condominios.