En su mayor grado de debilidad en siete años, el peso registró una depreciación de 5.8 por ciento frente al dólar en los primeros 15 días de 2016, segunda mayor caída entre las monedas de países emergentes después del rand de Sudáfrica, señala el departamento de análisis del Banco Santander-México. Las monedas de países emergentes más afectadas en las dos primeras semanas del año fueron el rand, con una caída de 7.7 por ciento frente al dólar; el peso mexicano, con una depreciación de 5.8; el rublo ruso, con 5.3; el zloty, de Polonia, con un descenso de 4.5, y la lira, de Turquía, con una baja de 4.2. En bancos, la divisa estadunidense comienza hoy operaciones al menudeo con un precio de venta de 18.55 pesos, dentro de una trayectoria de devaluación anual de 25 por ciento y una depreciación de 41 por ciento desde el 4 de diciembre de 2012, cuando empezó el sexenio actual, indican seguimientos del Banco de México. Este inicio de año ha sido por demás desfavorable en términos de mercados accionarios y para las monedas emergentes. Explican los factores que han determinado las mayores caídas de las monedas en su relación con el dólar. Ubican la evolución económica de China como la más importante, por los fuertes ajustes en su mercado accionario, así como el debilitamiento del yuan frente al dólar. Para el caso del peso mexicano esto es relevante, apuntan, porque China es el principal proveedor de productos importados para la economía estadunidense, con 21.5 por ciento del total, seguido por Canadá y México, con una participación de 13.2 por ciento cada uno.