El Corredor Ecológico Sierra Madre Oriental (Cesmo) cuenta con más de cuatro millones de hectáreas en cinco estados del país con 31 Áreas Naturales Protegidas (ANP), donde se encuentran especies vegetales y animales prioritarias, como el jaguar, así como el bosque mesófilo y cuatro importantes cuencas hidrográficas.

La zona es un bien global, del cual debe preservarse su riqueza natural y apoyar las actividades productivas y recreativas que incentiven su conservación, señalaron Erika Ortigoza Vázquez, directora general adjunta de Proyectos Especiales de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), Germánico Galicia García, gerente de desarrollo forestal de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), y Richard Modle, director del Programa Cobio del gobierno alemán.

En conferencia, en la que anunciaron que los proyectos de ecoturismo y desarrollo forestal sustentable que operen en el Cesmo tendrán hasta el 31 de enero para inscribirse a la convocatoria del Premio Innovación Productiva Sustentable 2015-2016, los funcionarios destacaron la importancia de dicho corredor ecológico, debido a los servicios ambientales que otorga, y destacaron que las comunidades que habitan esas zonas se han convertido en grandes aliados de la conservación.

Galicia García comentó que la producción forestal sustentable no es un pecado, sino una de las mejores opciones de conservación”, pues contribuye a evitar incendios y desincentiva la tala clandestina.

El Cesmo es una iniciativa de la administración federal, que cuenta con el apoyo del gobierno alemán y comenzó a fines de 2011 por un proceso encabezado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semanat), por conducto de la Conanp y con el apoyo de la Cooperación Alemana para el Desarrollo (GIZ).

Modle señaló que la aportación alemana en el Cesmo ha sido de siete millones de euros entre 2012 y 2016, mediante la cooperación técnica, y con eso apoyamos aspectos como el premio.

Apuntó que el aporte no es en dinero, sino en respaldo en materia de “conocimiento y buena gobernanza. Son herramientas que estamos promoviendo junto con la Conanp; el dinero se invierte en expertos y en diferentes procesos, como el premio, innovación productiva, ordenamiento territorial, manejo de empresas, comunicación y monitoreo”. Destacó que el GIZ respalda seis proyectos de biodiversidad, entre ellos uno en Baja California, en el Mar de Cortés, y otro en la selva Maya.