El gobierno de Morelos, encabezado por el perredista Graco Ramírez, respondió a la crítica realizada el domingo por el semanario Desde la Fe, que edita la arquidiócesis de México.

En una carta que la circunscripción religiosa a cargo del cardenal Norberto Rivera Carrera hizo pública en su portal informativo, el gobierno de esa entidad indica que sólo una visión estrecha, sesgada y de intereses extra religiosos puede insistir que en Morelos se mantienen las condiciones propiciadas por los dos gobiernos de derecha antecesores del actual.

La misiva, firmada por Arturo Martínez Núñez, coordinador estatal de Comunicación Social, destaca que Morelos, hasta octubre de 2012, estuvo a merced del crimen organizado y en estos tres años lo hemos atacado.

Martínez Núñez sostiene que el artero crimen de la alcaldesa de Temixco, Gisela Mota Ocampo, se trató de una acción concertada y premeditada, cuyo objetivo era instaurar un ambiente de terror entre las autoridades y la ciudadanía.

Añade que ante las amenazas recibidas contra los presidentes municipales, se reforzó la seguridad en Morelos con 300 elementos de la Gendarmería y Policía Federal, coordinados por la Comisión Estatal de Seguridad, bajo el Operativo Delta y subraya que el 3 de enero el gobierno del estado emitió diversos decretos para retomar el control y la operación de 15 policías municipales; se trató de un acto de autoridad, no de autoritarismo.

En el escrito subido al Sistema Informativo de la arquidiócesis de México (Siame), el gobierno morelense expone que refrenda que la estrategia adoptada del mando único acabó con la complicidad de policías municipales y estatales que en las administraciones pasadas fueron factor del exponencial crecimiento y numerosos casos de crímenes, extorsiones y secuestros.

El funcionario morelense refiere que los resultados en tres años son: de 2013 a 2015 en Morelos el secuestro se redujo 80 por ciento, la extorsión bajó 55 por ciento y los delitos de alto impacto disminuyeron 28 por ciento, y añade que en el mismo lapso en Cuernavaca, el secuestro se redujo 88 por ciento, extorsión 85 por ciento y delitos de alto impacto 34 por ciento.