Tres estados acuerdan reforzar vigilancia
Miércoles 13 de enero de 2016, p. 28
Juchitán, Oax.
Los gobiernos de Oaxaca, Chiapas y Veracruz acordaron reforzar la seguridad en la zona de conflicto territorial de Los Chimalapas, con retenes y patrullajes, a fin de restablecer la legalidad y la paz, informó la Secretaría de Gobierno de la primera entidad.
En tanto, la caravana de solidaridad que llegó el domingo pasado a San Francisco la Paz, Oaxaca, constató la invasión de territorio comunal de Chimalapa y exhortó a las autoridades federales y del estado a sacar en forma pacífica a los invasores, oriundos de Veracruz.
Se apoyará a las delegaciones de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y de la Procuraduría General de la República en Oaxaca para la realización de diligencias pendientes relacionadas con denuncias por asentamientos irregulares y daños a la selva de los Chimalapas
, dio a conocer la Secretaría General de Gobierno de Oaxaca.
Descartan maltrato a los cuatro retenidos
La caravana, encabezada por las organizaciones Centro de Derechos Humanos Tepeyac y Maderas del Pueblo del Sureste, destacó que durante su estancia en San Francisco la Paz constató la voluntad de los pobladores de convivir pacíficamente con sus vecinos, con justicia y respeto a sus derechos de pueblo indígena.
Las cuatro personas invasoras (provenientes del municipio de Uxpanapa, Veracruz) retenidas desde el pasado 24 de diciembre han sido bien tratadas, han recibido atención médica y se encuentran bien de salud, incluido el líder invasor David Vega Guerrero
, explicaron.
En su relatoría, las organizaciones exhortaron a las autoridades federales y de Oaxaca a impedir que vuelvan a ser ocupados los parajes Reforma-Pescaditos, Arroyo La Gringa-Emmanuel I y Arroyo Zapote-Emmanuel II, y a llevar ante la ley a David Vega, a quien autoridades comunales y organismos de la sociedad civil acusan desde 1990 de ser autor material e intelectual del secuestro y la desaparición forzada del comunero chimalapa Pablo Escobedo Méndez, perpetrados ese año.
La caravana, en la cual participaron la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca y alrededor de 20 organismos no gubernamentales, fue encabezada por el obispo emérito de Tehuantepec, Arturo Lona Reyes, así como por Miguel Ángel García Aguirre, representante regional del Comité de Defensa de Los Chimalapas y de la asociación civil Maderas del Pueblo.