Londres.

El yuan, moneda de China, volvió a dominar ayer los movimientos de los principales mercados cambiarios, con un alza de 1.2 por ciento frente al dólar en las transacciones en el mercado internacional, después de informaciones de otra agresiva intervención de Pekín.

Sus acciones se hundieron 5 por ciento, por lo cual los mercados financieros globales no lograron desprenderse de los temores de la semana pasada hacia un desplome del yuan.

La fuertemente controlada tasa cambiaria local del yuan se apreció 0.35 por ciento, a 6.5701 unidades por dólar, luego de que el banco central chino fijó su tasa diaria media en un nivel más alto por segundo día consecutivo. El yuan en el exterior se fortaleció 1.2 por ciento, a 6.6030 unidades por dólar, cerca de la mayor apreciación diaria de la moneda desde su lanzamiento en los mercados extranjeros, en 2010.

El euro se depreció por segunda sesión consecutiva contra el dólar, mientras el yen retrocedió por vez primera en seis días, debido a que la estabilidad de los mercados bursátiles a escala global llevó a los inversores a buscar otras monedas para obtener mejores ganancias y toda vez que el Banco Popular de China actuó en los mercados de Hong Kong para apuntalar al yuan.

Las monedas de América Latina continuán sufriendo caídas y volatilidad, tras comenzar el año golpeadas por una nueva depreciación inesperada del yuan. Los precios del cobre tocaron el lunes su nivel más bajo en seis años y medio, debido a que fuertes pérdidas en los mercados bursátiles chinos reforzaron pronósticos pesimistas para el crecimiento y la demanda en el mayor consumidor mundial de metales industriales.

China afrontará grandes dificultades para cumplir con su meta de crecimiento económico mayor a 6.5 por ciento anual en el periodo 2016-2020, debido a la ralentización de la demanda global y el alza de los costos laborales a escala local, opinó el China Securities Journal, citando a Li Wei, presidente del Centro de Investigación del Consejo del Estado.

El derrumbe de los mercados bursátiles de China ha provocado preocupación entre los inversores globales por la salud de la segunda más grande economía mundial, pero existen pocas evidencias de que el panorama para el gigante asiático se haya oscurecido en semanas recientes.

La economía de China perdió impulso durante 2015, y los economistas no se ponen de acuerdo sobre cuándo tocará fondo. No obstante, las ventas de automóviles y bienes raíces están mostrando señales de vida y pocos prevén un aterrizaje forzoso, que podría sugerir la reciente baja del precio de las acciones. Creo que existe poca relación entre la caída de los mercados de acciones y la economía real, expresó Shen Lan, economista de Standard Chartered, en Pekín. De hecho, los indicadores económicos de noviembre ya mostraron que la economía cobró impulso, aseguró.

Para la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) las condiciones económicas se están estabilizando en China y el panorama es de crecimiento sostenido en la zona euro, mientras las economías de Estados Unidos y Gran Bretaña están perdiendo impulso.

La OCDE añadió que su indicador económico mensual principal, que reportaría puntos de inflexión económicos, mostró señales de estabilización tanto en China como en Brasil. En Reino Unido y Estados Unidos, los indicadores apuntan a una desaceleración del crecimiento, aunque desde niveles relativamente altos, afirmó en un comunicado.