El dólar alcanzó por la mañana de ayer un precio hasta de 18.30 pesos a la venta en los principales bancos operadores de divisas del país, pero se replegó a 18.20 pesos al moderarse la especulación en contra de las divisas de economías emergentes, por una menor demanda de activos refugio al cierre de una jornada en la que prevaleció la incertidumbre en los mercados financieros por la evolución económica de China y los bajos precios del petróleo.

El euro se vendió a 19.7052 pesos en operaciones bancarias de menudeo y se compró a 19.1570. En las grandes operaciones interbancarias, la divisa estadunidense, que en la apertura rebasó por vez primera 18 pesos al cotizarse en 18.0100, cerró en 17.9500.

El dólar Fix, determinado diariamente por el Banco de México para el pago de obligaciones en moneda extranjera en el territorio nacional, cerró en 17.9304 pesos, prácticamente la misma cotización que en la jornada anterior, en la que se vendió en 17.9283.

Gabriela Siller, directora de análisis económico financiero de Banco Base, explicó que, no obstante la caída en la demanda por activos refugio, los mercados financieros siguieron afectados por la incertidumbre respecto del crecimiento económico de China, la estabilidad de sus mercados de capitales y los bajos precios del petróleo.

La cotización de la moneda estadunidense la tarde de ayerFoto Jesús Villaseca

Los factores que han afectado los mercados se mantienen en el escenario, advirtió, por lo que todavía existe el riesgo de que el tipo de cambio se coloque de manera sostenida por arriba de 18 pesos durante la semana.

Por un lado, puntualizó, en China se publicarán las cifras de la balanza comercial de diciembre, en las cuales se espera observar una nueva caída de las exportaciones”; por otro, los precios del petróleo han extendido sus pérdidas al inicio de la semana, señaló. El West Texas Intermediate perdió 5.94 por ciento, luego de tocar un mínimo de 30.88 dólares por barril, su nivel más bajo desde diciembre de 2003.

Los precios del crudo, considera, podrían seguir cayendo en el corto plazo, en la medida en que los participantes en el mercado continúen incrementando sus posturas en corto sobre futuros del petróleo.