Trípoli.

El Estado Islámico (EI) reivindicó ayer dos atentados suicidas con cochesbombas que dejaron más de 56 muertos el jueves en Libia. El grupo se adjudicó primero el ataque perpetrado por un combatiente extranjero que se saldó con seis decesos, entre ellos un bebé, en un puesto de control en la ciudad petrolera de Ras Lanuf, en el este de Libia.

Luego se atribuyó el atentado con un camiónbomba que causó más de 50 fallecimientos en una comisaría de la ciudad libia de Zliten, 170 kilómetros al este de Trípoli, cometido por un atacante conocido como Abdalá al Muhajair, en una base que pertenecía a fuerzas de los apóstatas libios, dijo en un comunicado.

La Unión Europea, alarmada por el rumbo que toma Libia, prometió ayuda financiera para la lucha contra el terrorismo y dar apoyo a un gobierno de unidad nacional.

Veintitrés personas murieron de hambre en la ciudad siria de Madaya, sitiada por tropas del presidente sirio desde el primero de diciembre, infomó médicos Sin Fronteras, mientras la ONU se prepara para hacer llegar ayuda humanitaria.