Sao Paulo.

La policía brasileña dispersó ayer, con gases lacrimógenos y bombas de estruendo, protestas contra el aumento a las tarifas del transporte, que derivaron en enfrentamientos con jóvenes enmascarados en Sao Paulo y Río de Janeiro.

En el centro de Sao Paulo, la manifestación se inició de manera pacífica y se mantuvo así durante gran parte de la caminata, que reunió a un millar de personas. Poco después, hombres con el rostro cubierto atacaron un autobús y destrozaron puestos de periódicos y una agencia del banco Itaú en el centro de la ciudad, informó la policía militar en su cuenta de Twitter.

En Sao Paulo, el precio de la tarifa del transporte subirá a partir del sábado de 3.50 a 3.80 reales. Autoridades paulistas aseguran que el alza está por debajo del aumento de la inflación en 2015, que fue de 10.67 por ciento.

En la ciudad de Belo Horizonte, capital de Minas Gerais, manifestantes protestaron pacíficamente contra dicho aumento.