n poco más de dos horas la película narra la historia del encubrimiento de pederastia clerical que hizo el cardenal Bernard Law en la diócesis de Boston. El filme se titula en inglés Spotlight y los distribuidores eligieron el nombre En primera plana para su exhibición en los países de habla española. Sintetiza el gran trabajo de investigación periodística realizado por un equipo del Boston Globe, que lo llevó a ser reconocido en 2003 con el premio Pulitzer.

Spotlight significa reflector, foco, faro. Por años ha sido una sección muy leída en el Boston Globe y muy influyente entre su comunidad lectora. El equipo de reporteros y reporteras que ha sido parte de la unidad investigadora del diario bostoniano tiene varios reconocimientos por exponer a la luz pública distintos casos de corrupción y fraude. El grupo dirigido por Walter Robinson estuvo siguiendo durante meses los datos que obtuvieron sobre sacerdotes de la diócesis de Boston que habían abusado sexualmente de infantes y adolescentes.

Los periodistas inicialmente consideraron que estaban ante casos de algunos sacerdotes católicos abusadores, quienes al ser descubiertos y denunciados ante sus autoridades eclesiásticas serían disciplinados y, tal vez, llevados a las instancias judiciales por los delitos cometidos. Conforme el equipo de Spotlight avanzaba en conocer las historias de las víctimas, al mismo tiempo buscó a los superiores de los curas delincuentes y se topó con negaciones de los abusos, reticencia en proporcionar información, desacreditación de la salud mental de quienes denunciaban a los sacerdotes, redes de políticos y jueces que favorecían los argumentos clericales.

Al ir siguiendo la madeja de información, que crecía constantemente, los reporteros de Spotlight tuvieron ante sí datos precisos de que el encubrimiento de los pederastas tenía como actor principal al cardenal Bernard Francis Law. Él fue nombrado arzobispo de Boston por Juan Pablo II el 11 de enero de 1984 y mantuvo la posición 18 años. No le quedó de otra que renunciar debido a los reportajes publicados en el Boston Globe, que sin lugar a dudas evidenciaron a Law como encubridor de centenares de casos de abusos sexuales perpetrados por clérigos de la diócesis de Boston.

Los periodistas Walter Robinson, Sacha Pfeiffer, Michael Rezendes, Matt Carroll y Ben Bradlee Jr expusieron sus hallazgos irrefutables al director del diario, Martin Baron, y éste decidió dar espacio prominente a las historias de las víctimas, así como informar detalladamente de la conducta encubridora del cardenal Law.

Después de permanecer como editor del Boston Globe de 2001 a 2012, Martin Baron escaló en su carrera periodística, al ser nombrado director del Washington Post. Por ser judío, a Baron lo señalaron los defensores del cardenal Law de ser enemigo de la Iglesia católica y querer desacreditarla mediante la publicación de los casos de pederastia clerical.

Los meses invertidos por los periodistas del Globe en el seguimiento de las abundantes pistas que los llevaron a concluir que la pederastia clerical en la diócesis de Boston era más un problema sistémico que actos aislados de algunos curas alcanzaron la luz pública en enero de 2002, al ser publicado el primer reportaje en el periódico. Le siguió la publicación de más de 600 historias, en las cuales los reporteros dieron datos bien confirmados de la forma en que la diócesis de Boston tendió un manto de oscuridad que protegió a los perpetradores de los abusos sexuales.

Por la contundencia de la investigación periodística y la presión de la opinión pública que generó, el cardenal Bernard Law dimitió al arzobispado de Boston el 13 de diciembre de 2002. Presentó su renuncia al mismo personaje que lo había nombrado al encumbrado puesto clerical, Juan Pablo II. Al momento de renunciar Law, su diócesis tenía más de 450 demandas por casos de ataques sexuales llevados a cabo por curas.

Law recibió un salvavidas del Vaticano y fue protegido para evitar que enfrentara en Estados Unidos un juicio por sus acciones de encubrimiento. En mayo de 2004 el papa Juan Pablo II lo designó arcipreste de la Basílica de Santa María la Mayor. En su ex diócesis siguieron acumulándose las evidencias de su proceder, contrario a los derechos de las víctimas y favorecedor de los delincuentes clericales.

Han corrido versiones periodísticas de que el papa Francisco prohibió al cardenal Law aparecer en actos públicos que tengan lugar en la Basílica de Santa María la Mayor, y le habría ordenado recluirse en un monasterio. Tales versiones fueron desmentidas por el propio Vaticano mediante un vocero, quien dijo que eran completa y totalmente falsas (http://ncronline.org/blogs/ncr-today/report-pope-exile-law-totally-false-vatican-says ).

De acuerdo con un sitio especializado en cuestiones cinematográficas (http://www.imdb.com/title/tt1895587/releaseinfo?ref_=tt_ov_inf%20 ), la película Spotlight será estrenada en México el 15 de enero. No parece que vaya a ser exhibida en muchas salas, ni tampoco es seguro que alcance pantallas por todo el país. Es importante difundir la existencia en los medios alternativos de esta pieza fílmica, para que asista a verla el número suficiente de personas que asegure a Spotlight más semanas en cartelera.