Sólo 19 por ciento de agricultores acceden a los apoyos de programas para el sector
En 12 años el presupuesto rural creció 180%, pero la mejoría en medición de la pobreza fue de 4%
Lunes 4 de enero de 2016, p. 16
El reto este año para las agrupaciones campesinas es romper con la concentración de los recursos de los programas en sólo 19 por ciento de los agricultores y que, en los hechos, se respalde la siembra familiar, ya que siete de cada 10 unidades productivas tienen menos de cinco hectáreas. Continuarán pugnando para que los créditos y seguros sean entregados al campesinado debido a los efectos del cambio climático.
Para las 25 organizaciones del Comité Permanente de Control y Seguimiento (Copecose), las seis de la Iniciativa Valor al Campesino y las 40 del movimiento El Campo es de Todos el gobierno debe romper con el sesgo territorial de apoyos a la competitividad a los agricultores del norte contra los apoyos asistenciales, vía vertiente social, para los del sur, pues –refirieron– en los últimos 12 años el presupuesto rural creció 180 por ciento, pero la mejoría en medición de la pobreza no ha rebasado cuatro por ciento en dicho periodo.
El gobierno, expusieron las agrupaciones de la Iniciativa al Valor Campesino, debe comprender que los pequeños productores requieren una política más emprendedora para que puedan alcanzar economías de escalas adecuadas, ya que 22 por ciento de la superficie agrícola –de casi 30 millones de hectáreas– está en manos de ellos, quienes emplean 85 por ciento del trabajo contratado.
Los retos son múltiples: terminar con las deficiencias en el uso del agua, ya que 74 por ciento de la superficie agrícola es de temporal, por lo que la producción está expuesta a los efectos climáticos; ampliar la superficie agrícola bajo riego debido a que sólo 26 por ciento cuenta con dicho mecanismo; desarrollar una estrategia ante el cambio, porque el territorio nacional es vulnerable al estrés hídrico, sequías, heladas fuera de época, inundaciones por altas precipitaciones, plagas y enfermedades; impulsar economías de escala; multiplicar el acceso a innovaciones tecnológicas, entre otras.
Para la Iniciativa al Valor Campesino es fundamental que la política sea equilibrada entre su vertiente social y productiva para terminar con la desigualdad y la concentración financiera, así como cumplir con la transparencia y rendición de cuentas. Por ejemplo, el programa de coberturas y agricultura por contrato –a cargo de la Agencia de Servicios a la Comercialización y Desarrollo de Mercados Agropecuarios– 71 por ciento de los recursos se los llevan 19 por ciento de los productores, la mayoría ubicados en el norte del país, mientras los pequeños productores que comercializan y representan 48 por ciento de los beneficiarios del programa reciben seis por ciento del presupuesto.
La creación de un organismo público que adquiera y centralice las cosechas para estabilizar los precios de los granos básicos y garantizar ingresos a los pequeños y medianos productores que no están en el mercado internacional de los commodities; el diseño y aplicación de paquetes tecnológicos de maíz y frijol para la pequeña agricultura, así como la transparencia y claridad en la gestión y asignación de los recursos son algunas de las estrategias por las que continuarán luchando las agrupaciones del movimiento El Campo es de Todos.
Entre las prioridades de los integrantes del Copecose están el reconocimiento a las agrupaciones campesinas como instancias de interés público, interlocutoras y corresponsables en el diseño, aplicación, supervisión y evaluación de las políticas agroalimentarias y agrarias, y garantizar el bienestar de la población rural.