Se busca diseñar estrategias de prevención de estos males
Martes 29 de diciembre de 2015, p. 29
Una vez que se ha demostrado la intervención de la genética en padecimientos como obesidad y diabetes, resulta imperativo ahondar en investigaciones que contribuyan a explicar ese vínculo, así como a diseñar estrategias efectivas de prevención de ambos problemas de salud. Con esa premisa se inició en México un estudio en el que participan 10 centros académicos de varios estados. El trabajo busca identificar qué ocurre en el organismo luego de tomar alimentos y, en específico, las dificultades para el metabolismo de harinas, grasas y proteínas.
Los obstáculos en el proceso de absorción y/o eliminación de estas sustancias explicaría el exceso de peso y la diabetes, advirtieron los expertos.
La investigación de las instituciones mexicanas se realiza en colaboración con el Departamento de Genética del Instituto de Investigación Biomédica de Texas, Estados Unidos. Se denomina Genética de las enfermedades metabólicas en México y está a cargo de un consorcio interuniversitario de investigación en genética.
Consiste en reclutar familias extensas de tres generaciones (abuelos, hijos, padres, hermanos, primos, sobrinos, tíos) en diferentes regiones del país, para estudiar la transmisión de la herencia genética y la predisposición a enfermedades que ya representan las principales causas de otros problemas graves de salud y de mortalidad, explicó Ernesto Rodríguez Ayala, coinvestigador principal del estudio en la ciudad de México.
Los participantes deben ser personas sanas que puedan acudir a los hospitales afiliados en cada región del territorio nacional, donde se realiza su historia clínica y se les toma biopsia de grasa subcutánea y músculo para extraer el material genético mensajero (mRNA), el tipo de mensaje que se genera (transcriptoma) y la información contenida en el mismo.
Luego se les ofrece comida mixta y los investigadores realizan diversas mediciones, con la finalidad de establecer una base epidemiológica genética, comentó Edna Nava González, de la Facultad de Salud Pública y Nutrición de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Con el análisis puntual del transcriptoma y el posprandio (el procesamiento de la comida en el organismo) en las familias estudiadas se podrán entender con mayor exactitud los rasgos genéticos específicos de la población mexicana. Con esos datos, las acciones de prevención serán más efectivas, incluso para identificar a personas con mayor riesgo de desarrollar obesidad, sostuvo Hugo Laviada Molina, coinvestigador en la Universidad Marista de Mérida.
El proyecto prevé la recolección de muestras de 800 a mil voluntarios de una treintena de familias con parentesco consanguíneo. Aunque los trabajos ya se iniciaron y reportan un avance de 10 por ciento, su continuidad depende de que los expertos cuenten con los recursos económicos que les permitan cubrir los costos de la investigación.
Hasta ahora, los académicos han encontrado el apoyo financiero de empresarios, pero también se requiere la participación del sector público, sobre todo porque se obtendrá información fundamental de las dos principales causas de enfermedad y muerte en el país, apuntaron los especialistas.
Entre otras instituciones que integran el consorcio se encuentran las universidades autónomas de Nuevo León, Chihuahua, San Luis Potosí y Morelos, así como las universidades Anáhuac Norte, la Católica de Guadalajara, la Latina de América, en Morelia, y la Veracruzana.