Con el propósito de diagnosticar de manera oportuna el cáncer de piel, en unos meses la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) pondrá en operación la nueva Clínica de Onco-dermatología.

Este centro se ubicará en las instalaciones de la Unidad de Atención Médica de Alta Especialidad de la Facultad de Medicina (FM) de la casa de estudios, a un costado de la Dirección General de Servicios Médicos, en Ciudad Universitaria.

Mediante una técnica no invasiva conocida como dermatoscopía se buscará el diagnóstico oportuno del cáncer de piel, el que más se ha incrementado en el mundo en los pasados 50 años.

Se utilizará un instrumento con luz polarizada que permite hacer visibles colores y estructuras que no se pueden percibir a simple vista, lo que facilita el reconocimiento temprano de las variantes de esa afección, pero particularmente del melanoma, el más letal en el ser humano.

Con esta técnica se incrementa hasta en 30 por ciento la capacidad de reconocer el padecimiento en etapa temprana que con el solo uso del ojo clínico, explicó Rodrigo Roldán Marín, responsable de esta unidad, que abrirá sus puertas a la comunidad universitaria y al público en general.

El cáncer de piel se divide en dos grupos: el de tipo no melanoma –que incluye el carcinoma basocelular y el carcinoma epidermoide o espinocelular– y el melanoma cutáneo. El principal factor de riesgo es la exposición a la radiación ultravioleta emitida por el Sol.

Otros factores de riesgo son la piel clara y/o con pecas, los ojos claros, el cabello rojo o rubio, los lunares en gran cantidad (se estima que las personas con más de 50 lunares corren mayor riesgo) y el antecedente de quemaduras solares intermitentes.

Los seres humanos casi siempre nacen sin lunares, los cuales aparecen durante la infancia, y alrededor de los 30 o 35 años dejan de salir, por lo que cualquier lesión nueva después de esa edad merece vigilancia y una visita al dermatólogo.

Una exposición de 10 o 15 minutos a la radiación ultravioleta no es de riesgo, pero a la larga, sí. En algunas personas el cáncer cutáneo aparece entre los 40 y 70 años, generalmente, aunque varía según la genética, el tipo de piel y la exposición solar. Otras con enfermedades genéticas como xeroderma pigmentoso no tienen la capacidad de reparar el impacto al ADN causado por la radiación ultravioleta y desarrollan el padecimiento desde edades tempranas.

La altura sobre el nivel del mar también interviene en los riesgos, pues los rayos solares son más nocivos en lugares como la ciudad de México, que se sitúa a 2 mil 250 metros de altura, que en una zona costera.

En la Clínica de Oncodermatología de la FM habrá una sección dedicada a la revisión oportuna y completa de todas las regiones de la boca y al diagnóstico, también mediante la misma técnica no invasiva, de casos de cáncer de mucosa oral o bucal, el octavo más letal en el mundo.

Los pacientes con diagnóstico por cáncer de mucosa oral representan aproximadamente 2 por ciento de la consulta, y las muertes por esta enfermedad, uno por ciento. Se desarrolla a partir de lesiones precursoras como leuco y eritroplasia; es más frecuente en hombres que en mujeres, con edades de 40 a 60 años y que beben alcohol y fuman o mascan tabaco.