Se espera que en 2017 unas 12 plantas elaboren energéticos no fósiles
La meta es que en dos años se sustituya al menos 10% de los carburantes tradicionales
Jueves 24 de diciembre de 2015, p. 31
La reforma energética abrió la puerta a México para desarrollar su potencial de producir combustibles no fósiles a partir de caña de azúcar, sorgo dulce, pencas de agave, remolacha, jatropha e higuerilla; en Oaxaca ya se inició la construcción de la primera planta para producir biodiésel de higuerilla; en Veracruz están seis de las empresas que podrán comercializar el etanol para las Terminales de Almacenamiento y Reparto de Pemex en esa entidad, así como para San Luis Potosí y Tamaulipas, explicó Jesús Arroyo García, director general de Fibras Naturales y Biocombustibles de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).
Para 2017 se prevé que 12 plantas estén produciendo biocombustible a partir de etanol y ocho a partir de higuerilla y jatropha. El abanico de producción para biocombustible es muy amplio y se tienen visualizadas áreas de producción en Jalisco, Chiapas, Tabasco, Tamaulipas y Colima.
El potencial etanolero del país es altísimo, pero se están seleccionando los materiales y realizando las últimas pruebas para poner semillas de alta rentabilidad en manos de los productores y darles los apoyos necesarios para que no vayan a la catástrofe financiera
, dijo.
Apuntó que Sagarpa, conjuntamente con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) están impulsando el desarrollo para la generación de nuevas variedades de sorgo dulce y así aumentar el contenido de los azúcares; en Chiapas se trabaja en la domesticación de la jatropha, pues el proyecto que se inició en la entidad durante el gobierno de Felipe Calderón no tuvo éxito, porque no se obtuvieron los rendimientos esperados.
Actualmente, el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap) desarrolla variedades de jatropha e higuerilla para adaptarlas a distintas regiones; en el municipio de Jamapa, Veracruz, se sembraron 250 hectáreas con higuerilla y partir de los resultados se estiman cultivar 20 mil hectáreas; en Oaxaca hay tres mil hectáreas con la planta, la cual tiene más de 20 productos adicionales al aceite –incluso el fabricante de automóviles Mazda la quiere utilizar para la elaboración de las fascias–; en Sonora y Sinaloa, la empresa Biofields tiene 10 mil hectáreas plantadas y tiene un contrato para producir 150 millones de litros de aceite de higuerilla para producir biodiésel y otros productos en 2017.
Arroyo García comentó que la meta para 2017 es tener 12 plantas produciendo biocombustibles a base de etanol, unas con un volumen de 20 millones de litros, otras con 150 millones y algunas más con 300 millones de litros, las cuales sólo estarían aportando 10 por ciento del consumo de energía de gasolina del país; y ocho plantas extractoras de aceite de higuerilla y de jatropha. En el caso de la remolacha, se está reactivando su siembra para la elaboración de etanol anhidro, pues ya está una planta extractora, pero no hay suficiente producción.
Es el inicio de la elaboración y aprovechamiento de los recursos renovables para la generación de biocombustible, lo cual ayudará a elevar la economía de las regiones rurales, acotó.