Tokio.

La sonda japonesa Hayabusa-2 logró colocarse en su órbita de destino, justo un año después de su lanzamiento hacia un asteroide primitivo, anunció este lunes la agencia espacial japonesa.

El 3 de diciembre se acercó a la Tierra para tomar impulso con los efectos de la gravitación, antes de encaminarse hacia el pequeño asteroide Ryugu.

“Hayabusa-2 (...) alcanzó la órbita de destino para dirigirse hacia el asteroide”, declaró la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA, por sus silgas en inglés) en un comunicado.

La agencia analizará durante un semana la trayectoria de la sonda para determinar si se encuentra en la buena órbita, según los medios japoneses.

El asteroide, que tiene una forma casi esférica de menos de un kilómetro de diámetro, recibe el nombre de un castillo mítico de un cuento popular japonés. La sonda deberá alcanzarlo a mediados de 2018.

Analizarán la composición del subsuelo

El propósito de la misión consiste en recoger polvo del subsuelo del asteoride, que contiene carbono y agua, con la intención de comprender qué materias orgánicas y acuosas había inicialmente en el sistema solar.

El regreso de la sonda a la Tierra está previsto para 2020.

Hayabusa-2 es casi similar a la primera sonda Hayabusa, que la agencia espacial japonesa lanzó en 2003 hacia otro asteroide. Sin embargo, la nueva versión dispone de tecnologías más avanzadas, tras las numerosas fallas que empañaron la primera misión, que alcanzó su objetivo por poco.

La sonda debe liberar sobre el asteroide un vehículo robotizado, Minerva 2, y un aterrizador denominado Mascot, concebido por el centro francés de estudios espaciales (CNES) y su equivalente alemán DLR.

Mascot, cuya autonomía no supera las 12 horas, utilizará cuatro instrumentos, como un microscopio espectral de fabricación francesa que permitirá conocer la composición mineralógica del suelo del asteroide Ryugu.