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Fue una odisea levantar el proyecto, afirma el realizador tapatío

Somos Mari Pepa, historia honesta que nació del alma: Samuel Kishi
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Es una carta de amor hacia mi abuela y a mi frustrada banda de punk, aseguró el realizador. La imagen, un fotograma de la cinta
 
Periódico La Jornada
Viernes 11 de diciembre de 2015, p. 9

Desde hace unas semanas, el tapatío Samuel Kishi Leopo ha apostado a diversas estrategias para anunciar el estreno de su opera prima Somos Mari Pepa, para este viernes.

Se trata de una cinta realizada de manera independiente, que tuvo una afortunada acogida en festivales de cine y por el público que la ha visto.

El realizador tapatío afirmó que fue una odisea levantar el proyecto que pasó incluso por financiamiento colectivo. Lo que hicimos fue experimentar con una historia honesta, que nació del alma, precisó.

Asimismo, destaca que estaban ante un filme con puntos fuertes y débiles: por un lado la gente talentosa con la que trabajaron y, por el otro, carecer de capital.

El uso de las redes sociales como Facebook yTwitter ha sido fundamental en la difusión de la película. Desde hace unas semanas se han compartido contenidos sobre la cinta, así como un concurso que reta a tocar Natasha –una de las canciones originales de la historia– con la finalidad de ganarse una guitarra.

“Estudiamos otros casos de éxito y copiamos algunos métodos para hacer uno propio. Analizamos qué tipo de película teníamos y a qué clase de público le podría interesar. Además de la redes, creamos aliados con grupos de rock para hacer remakes de las canciones de la película y así también promoverla”.

Samuel Kishi Leopo confía en que cuenta con el compromiso de las personas que han colaborado en este proceso de distribución.

Somos Mari Pepa se proyectará en la Cineteca Nacional, la Casa del Cine MX, Cinemanía Loreto, Cine Tonalá y el Cinematógrafo del Museo del Chopo, entre otras que se integrarán paulatinamente.

La cinta retrata la vida de Alex, un chico de 16 años que vive con su abuela. Tiene distintos objetivos para ver el verano: crear junto con su grupo de rock una nueva canción, conseguir trabajo y tener su primera experiencia sexual.

Es una carta de amor hacia mi abuela y a mi frustrada banda de punk. Además, funcionó para mí como terapia, pues la historia representa la incertidumbre de ser adolescente, el paso a la edad madura y con ello crecer y madurar, expresa el cineasta de 31 años.