Senadores de PRD y PT advirtieron que todo está listo para elegir la próxima semana a Javier Laynez y Norma Piña como nuevos ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en el contexto de un procedimiento que estuvo viciado de origen.

Al respecto, el coordinador del PT, Manuel Bartlett, denunció que hay un acuerdo entre PRI y PAN y adelantó que en la sesión del martes, cuando se presentará el dictamen de la Comisión de Justicia, propondrá que sea regresada la terna de hombres, de los llamados abogados del Estado, ya que tres son empleados del Presidente de la República, quienes, dijo, no garantizan independencia ni imparcialidad.

El perredista Armando Ríos Píter expuso que también deben regresar la terna de mujeres, porque no reúnen el perfil requerido.

Subrayó que la magistrada Norma Piña, a quien se señala como la elegida por priístas y panistas, no mostró nivel para llegar a la Corte y durante su comparecencia evadió definirse en temas polémicos, como la legalización de la mariguana.

Durante los cinco días que duró la pasarela de los seis comparecientes, en el Senado hubo muestras de inconformidad de senadores de oposición, que públicamente expresaron su enojo –como fue el caso de la independiente Martha Tagle– por lo que consideraron una maniobra del presidente Peña Nieto por haber remitido ternas desiguales.

Incluso, durante la comparecencia de la magistrada Verónica Judith Sánchez, el jueves pasado, el presidente de la Comisión de Justicia, Fernando Yunes, reconoció que el método para designar las dos vacantes en la Corte no deja satisfecho a nadie y los legisladores tendrán que valorar si se requiere un nuevo modelo, ya no de ternas, en el cual la Judicatura y los poderes Legislativo y Ejecutivo propongan un candidato cada uno.

Por separado, la senadora perredista Dolores Padierna consideró que se deben analizar a fondo los perfiles y las respuestas de los seis candidatos, ya que se requieren juristas con trayectorias intachables, que garanticen autonomía e independencia en sus resoluciones y no que respondan a los intereses del Ejecutivo.

El también perredista Luis Humberto Fernández dijo que la mayor preocupación del Legislativo deber ser que la Suprema Corte gane dos buenos ministros, y no que el poder obtenga una servidumbre más, sobre todo cuando entrarán en lugar de dos ministros de alto perfil, como Olga Sánchez Cordero y Juan Silva Meza.

El senador Bartlett subrayó que durante las comparecencias quedó claro que ninguno de los integrantes de la terna de abogados podrá actuar con independencia.

El procurador de Justicia del estado de México, dijo, cubrió la ejecución de 22 personas en Tlatlaya, que cometieron integrantes del Ejército; el magistrado Álvaro Castro violó derechos laborales en su paso por la Secretaría del Trabajo, y el ex procurador fiscal Javier Laynez elaboró en la legislación secundaria energética “el mecanismo para despojar a los campesinos de sus tierras.

Asimismo, señaló que, como se dijo un día antes, el ungido es Laynez, ya que Peña Nieto lo quiere en la Corte, para que desde ahí proteja la reforma energética, que ayudó a redactar desde la Consejería Jurídica de la Presidencia, y señaló que tanto Laynez como Piña tienen los votos de PRI y PAN.