l 22 de octubre de 2015 el Departamento de Comercio de Estados Unidos otorgó a una filial estadunidense de Petróleos Mexicanos Internacional (PMI) una licencia para exportar a México crudo por un monto idéntico de petróleo crudo mexicano que se exportaría a Estados Unidos. La autorización de este intercambio había sido diferida a solicitud de la parte mexicana. A mediados de agosto el Departamento de Comercio estadunidense anunció que resolvería favorablemente un pequeño número de solicitudes de intercambio con México. Sin embargo, sólo PMI aceptó las condiciones de la licencia o sometió la documentación completa requerida. Esta filial de Pemex había presentado la propuesta correspondiente a mediados de 2014 y una solicitud formal a principios de 2015. La licencia otorgada es por 75 mil b/d durante un periodo de un año. Pemex anunció que las entregas se realizarían a partir de octubre. No obstante, al 20 de noviembre de 2015 México aún no importaba crudo de Estados Unidos.
La importación de crudo ligero a México resulta paradójica debido a que Pemex exporta su propio crudo ligero a Estados Unidos y a Europa. Entre enero y octubre de 2015 exportó 129 mil b/d de crudo Olmeca y en octubre envió al exterior 166 mil b/d. La mayor parte de estas exportaciones se dirigieron a Europa, después de haber sido desplazadas del mercado estadunidense por producción propia. En los primeros 10 meses de 2015 no hubiera sido posible justificar la importación de crudo ligero para procesar en refinerías mexicanas, dados sus precios y los precios de exportación de crudo Olmeca. En dicho periodo, este crudo se exportó a Estados Unidos a un precio promedio de 56.31 dólares por barril y a Europa a 50.56 dólares. Sólo en julio el precio europeo fue el más caro de los dos. En el mismo plazo, el precio spot del principal precio de referencia en Estados Unidos –el West Texas Intermediate (WTI)– fue de 50.46 dólares por barril. Esta estructura de precios relativos y sus diferencias no dejaban espacio para realizar el intercambio propuesto de crudos con Estados Unidos.
Debe suponerse que el precio de crudo ligero puesto en la costa estadunidense del Golfo de México, para ser exportado a México, es superior al del WTI. Así lo indican las cotizaciones del Louisiana Light Sweet (LLS), un crudo ampliamente comerciado en la costa del Golfo. Para que un crudo ligero estadunidense compita con el Olmeca en el puerto mexicano de Dos Bocas, debe tener un valor igual o inferior a la cotización del Olmeca exportado a Europa más el costo de transporte y el descuento por diferencias de calidad. Esta condición difícilmente se alcanzó en los primeros 10 meses de 2015. ¿Se dará durante los próximos 12 meses cuando regirá el permiso de exportación de crudo a México? PMI tendría que explicar las razones por las que considera que el crudo importado puede competir con el crudo Olmeca, que de otra manera se exportaría a Europa.
El comercio exterior es un legítimo instrumento para optimizar la carga de insumos en refinerías mexicanas y el suministro de productos petrolíferos y gas natural a los consumidores de este país. Es también un instrumento útil cuando los términos y condiciones de las transacciones contribuyen a minimizar costos de suministro o maximizar beneficios económicos y estratégicos precisos.
Una posible razón de que Pemex busque importar crudo ligero estadunidense es que en 2016 no contará con excedentes suficientes de Olmeca para exportar a Europa debido a una menor producción de este tipo de crudo y/o a que Pemex tenga mayores requerimientos de Olmeca que mezcla con el Maya para que este crudo cumpla con sus especificaciones comerciales. La duda que entonces surgiría es si Pemex optimiza sus mezclas en términos comerciales al agregar Olmeca al Maya que exporta.
El crudo Maya se ha vuelto más pesado al aumentar la producción de los campos Maloob y Zaap, y declinar los de Ku y Akal en la Sonda de Campeche. Es posible que fuera económicamente más eficiente modificar las especificaciones del crudo Maya. Los compradores que lo adquieren y sus refinadores están plenamente conscientes de las mezclas formuladas de crudos mexicanos. Quizá llegó el momento de reconocer que el Maya ya no es lo que era antes. Esto permitiría procesar más Olmeca en refinerías mexicanas y mantener o aumentar el nivel de las exportaciones de Olmeca.
No hay duda de la conveniencia para Estados Unidos de exportar crudo ligero y condensados en estos momentos. Su oferta excedente plantea fuertes retos a los refinadores de ese país. Por ahora sólo se autoriza su exportación a países contiguos como Canadá y México. La saturación de las refinerías de crudos ligeros, condensados y líquidos del gas es inequívoca. Ésta disminuirá conforme se vaya reduciendo su producción interna. En la costa del Golfo las grandes refinerías fueron diseñadas para procesar crudos pesados, como el Maya. Eso explica su deseo de intercambiar crudos ligeros por pesados. Mas difícil resulta identificar el interés de México en importar crudo ligero. Es posible que la lógica de esta transacción pueda encontrarse en el ámbito político, dentro de México o en relación con Estado Unidos.
La decisión de importar crudo estadunidense es una pequeña muestra de los errores que pueden cometerse cuando no se ha llevado a cabo una revisión amplia y a fondo de la estrategia de comercio exterior de Pemex, ante cambios fundamentales en el volumen de las exportaciones y de las importaciones de hidrocarburos, en la dirección de los flujos comerciales y en el contexto petrolero internacional. PMI tiende a distraerse cada vez más en asuntos que le son ajenos, poniendo en peligro su misión comercial. Tendría que recuperar su vocación original como empresa dedicada al comercio internacional de hidrocarburos.