Mundo
Ver día anteriorSábado 5 de diciembre de 2015Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Agresores, con indicios de radicalización: FBI; la mujer expresó apoyo al Estado Islámico

Terrorismo, línea de investigación en el ataque en San Bernardino

Musulmanes oraron por las 14 víctimas mortales que dejó ese tiroteo en California

Foto
Nadvi Mohammad habla ante los medios de información en representación de la mezquita frecuentada por el atacante Syed FarookFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Sábado 5 de diciembre de 2015, p. 24

San Bernardino.

La Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) confirmó que está investigando como acto terrorista el tiroteo que el miércoles pasado dejó 14 personas muertas y 21 heridas en el Inland Regional Centre de San Bernardino, California, centro para discapacitados. La matanza fue perpetrada por un matrimonio musulmán.

Tashfeen Malik y su esposo Syed Rizwan Farook mostraban indicios de radicalización, pero no eran parte de una red más amplia, informó el director de la FBI, James Comey, aunque señaló que aún existe mucha evidencia que no tiene mucho sentido. También se constató que la mujer manifestó su apoyo al grupo Estado Islámico (EI) en la red social Facebook.

Comey indicó que Farook, estadunidense de 28 años, y Malik, de 27, no figuraban en la pantalla del radar de la FBI antes de la matanza del miércoles, en la cual la pareja abrió fuego durante un banquete navideño en el centro para discapacitados, en el que Farook trabajaba.

Ambos murieron más tarde, durante un enfrentamiento con la policía.

En sus declaraciones, Comey mencionó reportes que indicaban contactos entre los autores de la masacre y personas que han sido objeto de investigaciones de la FBI, pero pidió no dar importancia a dichas versiones.

La agencia de noticias Aamaq, afiliada al EI, dijo que ambos atacantes apoyaban a la organización extremista, pero se abstuvo de atribuir la responsabilidad de éste a dicho grupo.

Poco antes, en San Bernardino, el director de la oficina del FBI en Los Ángeles, David Bowdich, declaró a la prensa que la matanza estaba siendo investigada como acto terrorista, y que no le sorprendía que el EI intentara relacionarse con el ataque, pero que los expertos analizan de cerca si en realidad existía algún tipo de relación entre los agresores y los yihadistas.

Medios locales aseguraron que el móvil de Farook para atacar a sus compañeros de trabajo pudo ser una discusión religiosa, que ocurrió durante la fiesta navideña de la empresa.

Malik, de origen paquistaní, criada en Arabia Saudita, quien llegó a Estados Unidos en 2014 para casarse con Farook, expresó en Facebook su lealtad al EI y a su líder, Abu Bakr al Bagdadi, utilizando un alias, si bien borró los mensajes antes del tiroteo, informó ayer la cadena de noticias CNN.

Un directivo de Facebook confirmó que Malik elogió al líder del EI en un texto, en el momento en que –se cree– la pareja irrumpió en el centro de rehabilitación y abrió fuego, pero dijo que no había señales de que alguien afiliado con el grupo yihadista se comunicara con ella o le transmitiera instrucciones para operar.

Un agente de inteligencia reveló que hace años Farook estuvo en contacto con posibles extremistas islámicos vinculados con los grupos Al Shabab, de Somalia, y Al Nusra (ligado a Al Qaeda en Siria) a través de las redes sociales, aunque a él nunca se le abrió una pesquisa.

El jueves la FBI aún no llegaba a conclusiones firmes respecto del ataque, pero en los días previos al tiroteo la pareja se concentró en borrar mucha información electrónica de discos, memorias de computadora, teléfono celulares y demás artefactos, en un claro esfuerzo por borrar su pista, lo que, junto con los 12 artefactos explosivos encontrados en su casa, ha hecho pensar a los especialistas que el ataque fue premeditado.

Farook era mala persona pero no extremista, declaró a NBC News su cuñado, Farhan Khan, quien agregó que ha iniciado el proceso de adopción de la hija de seis meses de Farook. Los padres de la niña la dejaron a cargo de su abuela paterna el miércoles, antes de perpetrar el ataque.

Periodistas recorrieron ayer la vivienda de los autores del tiroteo, ubicada en Redland, California, en un intento por descifrar los motivos que pudieron tener para cometer la agresión.

Como si los dueños de la casa estuvieran a punto de volver, la prensa encontró identificaciones de la madre de Farook, una sillita de bebé, enseres domésticos, fotografías familiares y el Corán, entre otros artículos.

El único indicio de anormalidad en el dúplex fueron las ventanas rotas que dejó una exhaustiva búsqueda realizada el miércoles por robots y equipos especiales. Éstos fueron usados luego de que las autoridades encontraron 12 artefactos explosivos, material para elaborar bombas caseras, más de 2 mil balas para pistolas 9 milímetros, alrededor de 2 mil 500 para rifle calibre .223 y cientos para rifles de asalto.

La noche del jueves unas 2 mil personas realizaron una vigilia, oraron y rindieron tributo en el estadio San Miguel, en el condado de San Bernardino, a las víctimas del tiroteo en California, entre las que se encontraba una persona nacida en Sonora, con ciudadanía estadunidense, y empleados del Departamento de Salud de ese condado. Muy cerca de ahí, en una mezquita de la ciudad de Chino, la comunidad musulmana celebró otra vigilia para expresar sus condolencias y rechazar cualquier acto de violencia, mientras una misa se efectuó en la iglesia metodista de Saint Paul United.

La Secretaría de Relaciones Exteriores de México confirmó que entre los muertos en el tiroteo se encuentra Juan Carlos Espinoza, nacido en Sonora pero con ciudadanía estadunidense, quien trabajaba como inspector del área clínica de Inland Regional Center.

Obama conversó ayer con la ex legisladora Gabrielle Giffords, quien sobrevivió a un ataque en 2011, para analizar las posibles maneras de reducir la violencia armada, informó la Casa Blanca en un comunicado.

El presidente y la ex legisladora también evaluaron qué más se puede hacer para mantener las armas fuera de las manos de quienes no deberían tenerlas y los esfuerzos en curso del gobierno para identificar acciones adicionales.