El flujo de inversiones a instrumentos financieros en países de economías emergentes, como es clasificado México, se revirtió en noviembre, mes en que se registró una salida de 3 mil 500 millones de dólares, en un momento en que crece la probabilidad de que Estados Unidos decida aumentar su tasa de interés, en lo que sería el primer movimiento de alza en 10 años.

Los flujos de capital a economías emergentes volvieron a experimentar un revés en noviembre, después del repunte regis- trado en octubre, apuntó este viernes Banamex, al citar datos del Instituto Internacional de Finanzas (IIF) publicados esta semana.

Una muestra de 30 países de las regiones de Asia, Latinoamérica, Europa, África y Medio Oriente, elaborada por el IIF, arrojó que el mes pasado se registró una salida de recursos de 3 mil 500 millones de dólares, una cifra menor si se compara con los flujos que han ido a esos mercados en años recientes, pero que contrasta con la registrada el mes anterior, cuando hubo un ingreso de alrededor de 15 mil millones de dólares.

El flujo mensual de inversiones en bonos, que pagan tasa fija, o instrumentos de renta variable negociados en mercados emergentes, ha promediado 5 mil 700 millones de dólares en lo que va de 2015, apuntó Banamex. Esta cifra es menos de una cuarta parte del promedio mensual de 23 mil millones de dólares registrado entre 2010 y 2014, añadió.

El débil desempeño mensual de los últimos meses refleja la incertidumbre sobre el proceso de normalización de la política monetaria del Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed). Es importante destacar que los alentadores datos de empleo de los dos pasados meses y el comunicado de política monetaria de la Fed en octubre están llevando a un proceso de reconfiguración de portafolios en economías emergentes, aunque moderados, al incre- mentarse la probabilidad de una alza en la tasas de fondos federales de la Fed.

La instancia de decisión de política monetaria de la Fed se reunirá el 15 y 16 de diciembre y, dada la información reciente sobre el desempeño de la economía de Estados Unidos, que en materia de empleo ha regresado a los niveles previos a la crisis de 2008-2009, ha subido el número de analistas que esperan un aumento de la tasa de interés hasta de 0.25 por ciento.

A raíz de la crisis de 2008-2009, el Fed redujo las tasas de interés a niveles mínimos históricos para estimular la economía. Al iniciar esta política, el banco central estadunidense dejó claro que comenzaría a normalizar su política monetaria una vez que la economía del país, y en especial los niveles de empleo, se recuperaran de los efectos de la recesión.

AL, en terreno positivo

América Latina destaca como la única región que mantuvo la entrada de flujos de capital en terreno positivo, apuntó Banamex. Por séptima ocasión en 2015, América Latina registró una entrada de flujos mensuales que contrasta con las salidas registradas en Europa y Asia.

Para noviembre, el IIF reporta un flujo a Latinoamérica de 4 mil 850 millones de dólares, en el cual destaca el canalizado al mercado de bonos, donde obtuvo su mayor repunte en siete meses, al situarse en 3 mil 820 millones de dólares. Este comportamiento positivo en Latinoamérica no logró compensar las salidas que ocurrieron en otras regiones.

La reversión de flujos registrada en bolsas en noviembre se explica principalmente por la salida de 2 mil 650 millones de dólares en los mercados accionarios asiáticos, apuntó Banamex.

En tanto, en el mercado de bonos las entradas registradas en Latinoamérica y Asia no fueron suficientes para contrarrestar la salida por 3 mil 300 millones de dólares en las economías emergentes de Europa, aunque las recientes acciones de política monetaria del Banco Central Europeo podrían modificar este comportamiento.

Durante 2015, América Latina ha sido la región con mejor desempeño al acumular flujos positivos por 51 mil 730 millones de dólarers.

El jueves pasado, La Jornada publicó que el ingreso de capitales del exterior para ser invertidos en instrumentos financieros disminuyó este año a 19 mil 868 millones de dólares, 58 por ciento menos que en 2014.