Como cada año, madres de migrantes centroamericanos desaparecidos en su tránsito por México recorrerán el país en busca de sus hijos.

Mañana, la décimo primera caravana arrancará en Tenosique, Tabasco, en un peregrinar de 20 días por una ruta que, como medida de seguridad, no incluirá la ciudad de Oaxaca, donde el gobierno federal desplegó a miles de policías federales contra la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, que rechaza la evaluación magisterial. También se descartó Tamaulipas.

Hemos tenido que adaptar la ruta a las circunstancias del país para no meternos en más problemas de los absolutamente necesarios. Por ejemplo, tuvimos que cancelar la ciudad de Oaxaca porque no hay condiciones, porque muchos de nuestros aliados o están siendo perseguidos o están en la cárcel, explicó Marta Sánchez, dirigente del Movimiento Migrante Mesoamericano.

Por primera vez como Caravana de madres centroamericanas que buscan a sus hijos desaparecidos en tránsito por México, se interpondrán dos denuncias por secuestro múltiple, donde se presume que son protagonistas el crimen organizado y sus cómplices institucionales, ante el Ministerio Público de la fiscalía especializada en la materia.

El movimiento sostiene que la violencia criminal que se despliega rampante por nuestros países es la causa de las desapariciones y el desplazamiento forzados.

Estamos pidiendo la intervención de organizaciones internacionales para abordar el tema de la cuantificación. Es decir, cuántos migrantes centroamericanos desaparecen en México, porque como son invisibles no hay datos. Los únicos que tenemos son de los estudios que hizo la Comisión Nacional de los Derechos Humanos en 2009, que actualizó en 2011, y que hablan de 20 mil secuestros por semestre, pero en realidad sólo son estimaciones, explicó Marta Sánchez.

Agregó que piden al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que intervengan con más fuerza para poner los puntos sobre las íes acerca de lo que realmente está pasando.

Sostenemos, añadió, que esto ya no es un fenómeno de migración, sino de desplazamiento forzado, y todos deberían ser sujetos de asilo.

Al huir de sus países, las personas se topan con un México transformado en barrera de contención insalvable que impide a los desplazados llegar a su destino, señaló.

La caravana tiene programados plantones y exposiciones en plazas públicas de Tabasco, Chiapas, Veracruz, Puebla, Tlaxcala, Distrito Federal y Oaxaca; visitas y alojamiento en albergues de migrantes y convivios e intercambio de información con otros que se encuentran en ruta.

Asimismo, incluyen pesquisas y seguimiento de pistas de migrantes desaparecidos; visitas a hospitales, prostíbulos, reclusorios, albergues y a cualquier lugar donde se pudiera esperar encontrar alguno.

También, ceremonias en las vías del tren en el que se transportan los migrantes, en las tumbas sin nombre de cementerios; caminatas por los pueblos para solicitar la solidaridad de las comunidades de la ruta migrante; entrevistas con funcionarios de los tres niveles de gobierno para reclamar su cooperación en la búsqueda; reuniones con organizaciones y comisiones estatales y Nacional de los Derechos Humanos, además de legisladores.

En la caravana del año pasado, se localizó a nueve migrantes, cuatro de los cuales pudieron abrazar directamente a su familia.