Rocío Guillén enfrentó el reto de ser mujer pelotari desde que su madre le escondía las raquetas para que no practicara. También cuando su hermano se burló la primera vez que jugaron en el frontón propiedad de la familia, en la colonia Independencia.

La ahora medallista mundial agradece a sus padres el respaldo en su desarrollo y difunde la pelota vasca hacia las nuevas generaciones, especialmente entre las mujeres.

No son sencillos los obstáculos que Xío ha enfrentado para convertirse en especialista en frontenis, paleta de goma trinquete, paleta de goma tres paredes y promotora del frontbol, modalidad aun no oficial, pero de fácil acceso a la práctica masiva en escuelas y parques.

El machismo, señala en entrevista con La Jornada, ha sido el principal escollo en el camino. “Desde que empecé a jugar con mi hermano, que se burló de mí, cosa que me enfureció y lo reté a entrenar.

“Mi mamá me escondía las raquetas, no quería que jugara. Decía: ‘amo el deporte, el frontón’, mi tía jugaba y fue campeona mundial, pero comentaba: ‘es que ese ambiente no lo quiero para mi princesa’. Sin embargo, a mí me llamó tanto la atención que, además teniéndolo aquí (en el traspatio de su casa), venía a entrenar dos o tres horas, sola.”

Su madre temía a las apuestas en el entorno del frontón. En la instalación construida por su abuelo, la única cancha de 30 metros techada y de renta al público en la ciudad, incluso se apostaba, apunta, pero no se generaban adicciones como tal vez en los frontones públicos en otros barrios.

“Es lo que queremos cambiar. Este deporte lo amo, empecé a competir y me enamoré de él. Por todo lo que hemos vivido, sí se vive muchísimo machismo. Tú llegas a jugar y no te permiten porque creen que no lo haces bien.

Vas rompiendo esos esquemas. Al principio no saben cómo jugarte y cuando ven que ya les estás ganando, lo que no pueden permitir, golpean súper fuerte la pelota porque creen que con eso te van a ganar, y tampoco. Es como irnos abriendo un espacio.

Sin embargo, la estructura de la pelota vasca no está hecha para mujeres. De 14 modalidades, sólo tres, las que practica, son para ambas ramas.

“Estamos como en un periodo de cambio, primero hay resistencia, luego resignación y después convicción. En México, sobre todo en frontenis, estamos en la etapa de resignación total, de ‘bueno, ándale pues... dicen que tiene que haber igualdad, pues vamos a hacerte un torneo”.

Xío cree haber comenzado grande, a los 16 años, y aunque le costó trabajo alcanzar a su generación, a sus 32 se ha mantenido a la altura de la exigencia mundial, en la que los equipos mexicanos figuran entre los punteros.

Medallista en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011, campeona mundial de pelota goma en 2014 (Zinacantepec) y bronce en el Mundial de Trinquete 2015 (también en Guadalajara), Guillén se mantiene activa en circuitos nacionales y mundiales, en los que las mujeres padecen la desigualdad en las bolsas de premiación, lo que espera modificar conforme las jugadoras tengan más oportunidades de mostrar su calidad.

Reconocida este año con el Premio Nacional de la Mujer por la Cámara Nacional de la Mujer, de la Organización de Naciones Unidas, por su labor en la equidad de género y promover la participación de las niñas en el deporte, la embajadora de la campaña Soy Mujer Pelotari aplaude la reorganización en la Federación Mexicana de Frontón, pues aunque por eso ha sido cuestionado Alfredo Castillo, titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, es el único que se atrevió. Nuestro deporte estaba secuestrado y ahora hay muchos planes en marcha.

Con el entusiasmo de difundir su disciplina, Guillén organiza este fin de semana el primer torneo femenil, en Tepozotlán, con la participación de campeonas mundiales, entre ellas Paulina Castillo, Rosa Flores, Lupita Hernández, Ariana Zepeda y pelotaris de diversos puntos del país.