Profesor del Tecnológico de Massachusetts combinó melodías y sonidos cotidianos
Tod Machover desarrolló un programa informático para digitalizarlos y convertirlos en música
la ciudad del motor, el pasado juevesFoto Ap
Sábado 21 de noviembre de 2015, p. 4
Detroit.
El compositor, inventor y profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts Tod Machover pasó el último año dándole vueltas a una pregunta: ¿Cómo suena Detroit?
Su respuesta cobró vida ayer cuando la Sinfonía en D se estrenó en el Salón Orquesta de la ciudad.
La composición original de Machover, que creó con la Orquesta Sinfónica de Detroit, es una combinación de melodías interpretadas por instrumentos tradicionales de orquesta combinadas con sonidos cotidianos de Detroit que fueron reunidos, digitalizados y convertidos en música por un programa informático desarrollado por Machover y su equipo.
Los sonidos, algunos enviados por el público y otros reunidos por Machover durante visitas periódicas a la ciudad del motor
en este año, incluyen el ruido del público en un juego de beisbol, los golpes y taladros de los trabajadores en una planta de montaje automotriz y el ritmo de un baterista callejero sobre cubos de plástico.
Retrato de la urbe
Machover tenía 15 mil archivos de sonido –100 horas en total– para componer la pieza.
De verdad quería que fuera un retrato de la urbe, así que invité a todo el mundo en la ciudad, a todo el que quisiera, a colaborar
, dijo Machover.
Detroit no sólo aparece representada por las grabaciones que envió el público, sino también por sus propios vecinos.
Varios invitados acompañaron en el escenario al director Leonard Slatkin e interpretaron composiciones originales, leyeron poesía y ofrecieron visiones del pasado y el futuro de Detroit.
Entre esos colaboradores hay vecinos de un complejo urbanístico para ancianos, un coro de iglesia formado por integrantes de la comunidad caldea de la ciudad y un cuarteto de alumnos de tercer grado de la Detroit Achievement Academy, uno de los cuales compuso una pieza que se tocó.
Kyle Smitley, quien fundó la academia, se preguntó cuándo asimilarán sus jóvenes alumnos que participaron en un proyecto tan innovador.
“Quizá en la escuela intermedia, quizá en la universidad, puede que miren atrás y digan: ‘Oh, eso fue una locura”’, indicó.
Financiado por la Fundación John S. y James L. Knight, el retrato musical de Machover es su primer intento en Estados Unidos. Ya ha trabajado en sinfonías urbanas
similares en Toronto, Canadá; Edimburgo, Escocia; Perth, Australia, y Lucerna, Suiza.
Otras localidades de todo el mundo han contactado con Machover para pedirle que capture su esencia sónica en música, aunque él todavía no ha decidido si hará otra o cuándo sería.
Antes debe presentar su oda a Detroit, que también se interpretará este sábado. De algún modo suena como si sólo pudiera haberse hecho aquí. Y eso me hace muy feliz
, apuntó Machover.