Sábado 14 de noviembre de 2015, p. 7
El documental Él me nombró Malala, que muestra el compromiso de Malala Yousafzai y su padre Ziauddin por la educación de las niñas en el mundo, se proyecta desde ayer en salas de Cinépolis de cinco entidades del país.
La cadena cinematográfica nacional, junto con Mexicanos Primero, iniciativa que trabaja para asegurar el derecho de niñas, niños y jóvenes a una enseñanza de calidad, distribuyeron 19 copias del documental en el Distrito Federal, Morelos, estado de México, Nuevo León y Jalisco, según un comunicado de prensa.
Dirigida por Davis Guggenheim, la cinta está inspirada en el libro Yo soy Malala y hace un retrato íntimo de la ganadora más joven del premio Nobel de la Paz, quien fue herida brutalmente cuando regresaba a su casa en un autobús escolar en Pakistán.
Malala, quien en ese entonces tenía 15 años, fue atacada por un grupo talibán que rechazaba su labor en defensa de la educación de las niñas. La agresión a la joven desató un movimiento social en el mundo.
Labor mundial
Tras sobrevivir a la agresión, Malala se convirtió en importante activista en favor de la educación de las niñas a escala mundial mediante el trabajo que hace en su fundación.
El espectador conocerá la historia por medio de entrevistas y material visual de Pakistán y una animación, desde el momento en el que el activista y educador pakistaní Ziauddin Yousafzai llamó a su hija Malala, nombre en honor a Malalai de Maiwand, legendaria heroína folclórica Pashtun, así como la decisión audaz de la protagonista, quien a los 11 años ya colaboraba con un blog para la BBC con el seudónimo de Gul Makai.
El director David Guggenheim convivió con la familia Yousafzai en el Reino Unido y de gira por Nigeria, Kenia, Abu Dhabi y Jordania, durante el rodaje, que duró 18 meses.
Malala Yousafzai comentó sobre la película: Es una mezcla de pasión: mi pasión, de mi familia y de Davis Guggenheim. Todos queríamos alzar la voz por las niñas
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