Hasta donde yo sé, la dueña del teatro Blanquita no piensa vender el inmueble, pues es una herencia de su padre y lo quiere mucho. Eso fue lo último que platicamos el pasado 31 de octubre, cuando cerramos el contrato por el que administrábamos el recinto, expresó en entrevista Darío de León, director de Generamúsica, que junto con Showtime operaba el recinto.

Desde ese 31 de octubre el rumor creció como bola de nieve y en los medios la noticia del cierre se regó como pólvora. En chismes de pasillo se dijo que el magnate Carlos Slim había comprado la propiedad, que el Blanquita sería derruido y en el terreno se levantaría un estacionamiento. Una auténtica bola de nieve.

En ese tenor se publicó: Cierran puertas del emblemático teatro Blanquita, Generamúsica y Showtime informan que por convenir a sus intereses dejan de operar el recinto, Deja de funcionar tras 55 años de haber presentado grandes espectáculos en México. Mediante un comunicado, Generamúsica lamentaba el cierre de la catedral del espectáculo.

Agrega: Generamúsica y Showtime agradecen al público, a la comunidad artística y a los medios de comunicación el apoyo y confianza brindada a lo largo de todo este tiempo en el que tuvieron oportunidad de producir y presentar espectáculos en el emblemático teatro Blanquita.

Ya no era negocio

En la entrevista, De León comentó: “En el último año operamos el teatro Blanquita y se terminó el contrato con la dueña, Blanca Guerra Cervantes. Desde ese día decidimos entregarlo porque no fue negocio para nosotros ese año. Hicimos una entrega perfecta, con armonía. Esa es toda la historia.

“Se exagera cuando se dice que lo van a tirar, que van a hacer otra cosa ahí. Definitivamente es una decisión de la dueña, pero lo último que hablé con ella es que tomaría las cosas con calma para decidir. Los que dicen que lo van a derribar están exagerando y tergiversan la información. Seguramente va a haber más de un empresario interesado en operarlo y darle un formato para que se pueda operar con buenos resultados. Cualquier negocio tiene que serlo para todas las partes. En este caso la dueña del inmueble y la compañía que opere. Es cuestión de que lleguen al acuerdo adecuado. Nosotros estuvimos 25 años, primero con Ocesa, yo como parte de esa empresa, y después estuve por mi lado. Fueron 25 años. El último como operador y pues no nos fue bien, pero eso no significa que el próximo año no vaya a ser exitoso. En el ambiente del espectáculo todos los actos tienen sus riesgos. Este año, repito, fue malo.

Imagino que la señora debe tener ofertas para operar el teatro. Lo apresurado es decir que se vaya a derrumbar; eso no es cierto. Ella me lo dijo el sábado 31.

Subrayó que el Blanquita es un símbolo de la ciudad de México, del espectáculo; han pasado por ahí grandes artistas, figuras de la música, teatro, comedia, vedetes, comediantes, compositores, los más grandes nombres de la historia de la farándula desde el siglo pasado. Quiero que siga adelante por la tradición del teatro de revista. Está ligado a los nombres de la televisión. Todos pasaban por el Blanquita.

–¿Es hora de modernizarlo?

–Desde que lo tomamos, en los 90, hasta ahora, ha tenido diferentes momentos de remodelación, y hoy día está en plenas condiciones de uso, con butaquería y baños nuevos, con camerinos bien adaptados. Estuvimos hablando con la señora Guerra Cervantes y con la Asamblea (Legislativa del Distrito Federal) para poner una marquesina electrónica y tener mucha luz, para iluminar la Plaza Aquiles Serdán. Otro plan era hablar con las autoridades de la delegación para que nos ayudaran con el problema de los indigentes, dificultad de toda la zona. Nunca tuvimos problemas de violencia; si acaso un robo a transeúnte, pero no más.

–¿Que lo compró Carlos Slim para hacer un estacionamiento?

–¡Esos son inventos! Es imposible que en una semana se haya llegado a un acuerdo para demolerlo. Guerra Cervantes, a quien le creo, no tenía nada. Eso tarda.

En la bola de nieve especulativa, la actriz y diputada Carmen Salinas dijo que pediría a Miguel Ángel Mancera el rescate del teatro Blanquita. Incluso que hablaría con el presidente Enrique Peña Nieto.

De León: “¡No! Yo quiero mucho a Carmen. Nos llevamos muy bien y hemos trabajado mucho, con Aventurera, sobre todo, y otras cosas, pero creo que ella no está bien informada. Todo no es más que una presunción de que algo podría pasar. Está viendo otras posibilidades ahora en su posición de diputada. Hasta el momento todo son especulaciones. Además, el teatro se lo regaló a su hija su papá cuando cumplió 15 años”.