El futuro del PRD debe ser su renacimiento, la transformación de gran calado en un partido que deberá ser la verdadera oposición al gobierno corrupto e inepto del PRI. Agustín Basave, inminente presidente nacional del PRD, aseguró que no tiene ningún compromiso con corriente alguna del sol azteca en particular, yo me puedo situar por encima de ellas y puedo intentar ser una especie de paraguas reunificador, para que quede claro que la primera lealtad debe ser con el partido y la segunda con la corriente. Eso es uno de mis objetivos.

El político oriundo del estado de Nuevo León asumirá la dirigencia perredista, a raíz de un acuerdo entre todas las corrientes de ese partido, y hará fórmula con Beatriz Mojica, herencia de Los Chuchos.

Entrevistado por este diario, expuso que en su presidencia se tienen que tomar medidas drásticas, hacer algo para que no sigan proliferando actos de corrupción dentro del partido y de los gobiernos del PRD, porque es ahí donde está el dinero, y donde está el dinero está la corrupción y la tentación. Hay que vigilar a nuestros gobiernos, hay que seguirlos, porque el partido no puede desvincularse de sus gobiernos.

Basave, quien representa para el perredismo una de sus últimas opciones de reorganización interna y el fin mismo de sus confrontaciones, reconoció que su partido tiene dos desafíos: “replantear la identidad del PRD porque en las pasadas elecciones obtuvimos –dijo– un número de votos similar al número de afiliados en nuestro padrón, lo cual nos indica que poca gente fuera del PRD votó por nosotros. Ese es un signo preocupante, pero si observamos que tenemos un padrón de más de 4 millones de militantes en el país y que eso está lejos del desahucio; somos un partido vivo”.

En segunda instancia reconoció que la escisión de perredistas para crear Morena, y la atrocidad de Ayotzinapa desdibujaron a su partido.

No obstante, consideró que el renacer perredista contribuirá de manera decisiva al término de la transición democrática: ésta se encuentra inconclusa y no habrá de cerrarse el círculo democrático hasta que la izquierda gobierne México, hasta que a la Presidencia de la República llegue la izquierda, y a raíz de esto surja un acuerdo fundamental, con una nueva Constitución.

Refirió que una de sus tareas primordiales será impulsar un rencuentro con la militancia, lo mismo que tender puentes con intelectuales, académicos, líderes sindicales y ONG a fin de fortalecer el contenido ideológico y programático del perredismo.

Yo propongo corrernos a la izquierda, por eso hablo de la cuarta social democracia.

Al insistirle en cómo habrá de conciliar los intereses de las corrientes perredistas, que se transforman en grupos de presión para las dirigencias en turno, Agustín Basave sostuvo que no existe transición alguna sin generosidad. Yo he hablado con todos, he tenido buen entendimiento, ha habido un diálogo respetuoso y consciente de que tenemos que sacar adelante a nuestro partido.

Al tocar el tema del distanciamiento con Morena, replicó: “ellos han expresado varias veces que no quieren aliarse con nosotros; yo aclaro una cosa: no soy lopezobradorista, pero tampoco soy antilopezobradorista. Tengo una relación respetuosa con Andrés Manuel, trabajé con él en la campaña electoral de 2006, lo apoyé y tuvimos discrepancias por su radicalización postelectoral en la que yo no coincidí.

Tendré una relación respetuosa con Andrés Manuel y con Morena, de mi parte no habrá ataques ni descalificaciones. No soy ingenuo pero no voy a buscar la confrontación; voy a buscar acercamiento.