La UNAM le hizo mapa geológico de áreas susceptibles en Cuajimalpa y Álvaro Obregón
Especialistas de la universidad recomendaron análisis más detallados para determinar el uso de suelo de la zona
El desprendimiento avanza hacia las áreas habitadas, advierte experto
Viernes 6 de noviembre de 2015, p. 36
Desde 2006, el Gobierno del Distrito Federal (GDF) cuenta con un mapa geológico elaborado por el instituto en la materia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el cual advierte que la zona donde se ubica el complejo comercial de Santa Fe y los sitios aledaños, en las delegaciones Álvaro Obregón y Cuajimalpa, son altamente susceptibles de sufrir deslaves debido a la composición del terreno, por lo que, en su momento, se emitieron recomendaciones a las autoridades para que determinaran el uso de suelo adecuado.
En entrevista, la investigadora del Instituto de Geología, Wendy Morales Barrera, afirmó que toda la información sobre este atlas de riesgo se entregó a las autoridades cuando se creó la Secretaría de Protección Civil del Distrito Federal.
El Instituto de Geología contaba con un servicio metropolitano en colaboración, en ese entonces, con la Dirección de Protección Civil, para la cual se elaboraron varios mapas que hacían de su conocimiento, destinados a cuestiones de ordenamiento territorial y para sus programas preventivos, sobre estas zonas susceptibles en Álvaro Obregón, Cuajimalpa y otras delegaciones como Magdalena Contreras, Gustavo A. Madero y Azcapotzalco
, apuntó.
Obras de mitigación
Entre las recomendaciones que se hicieron, agregó, se pedía hacer estudios más detallados para saber qué uso de suelo darle a la zona, de acuerdo con las características del terreno, con el fin de evitar que sucedieran deslizamientos, como el ocurrido en el fraccionamiento residencial Vista del Campo, ubicado en avenida Tamaulipas, en Lomas de Santa Fe.
La investigadora consideró que en este caso, dada las dimensiones del talud, habrá que analizar, después de los estudios que se hagan, si es factible que una obra de mitigación ponga el riesgo en cero o definitivamente es más viable que las viviendas tengan que ser reubicadas.
El doctor en Geología, Sergio Rodríguez Elizarráras, coincidio y agregó que se autorizó construir desarrollos inmobiliarios en terrenos que no son aptos para ese fin. Lo estamos comprobando con este desprendimiento que avanza hacia las zonas habitadas, y tarde que temprano los puede alcanzar
, advirtió.
Resaltó que puede ser muy elevado el costo de estabilizar ese tipo de taludes, por lo que una de las soluciones de plano
es quitar esos edificios. Sería lo más barato y lo más seguro
, expresó el especialista.
Estos derrumbes –señaló– no tienen nada que ver con el relleno sanitario ni con las minas que existían en Álvaro Obregón y Cuajimalpa, sino con el tipo de suelo en la zona, que se caracteriza por tener materiales no endurecidos, es decir, no son rocas, sino más del tipo arenoso, que ante cualquier situación, por ejemplo el agua o un sismo, se pueden alterar, perder su cohesión y venirse abajo.