Martes 27 de octubre de 2015, p. 25
Chilpancingo, Gro.
La asamblea del concejo popular de Tixtla instauró el toque de queda a partir de las 21 horas, ante la presencia de grupos delictivos.
En dos semanas al menos 10 personas han sido asesinadas –algunas degolladas– en este municipio, ubicado a 14 kilómetros de la capital.
En conferencia de prensa, el presidente del concejo municipal popular, el priísta Raúl Vega Astudillo, explicó que a raíz de que se recrudeció la violencia, los pobladores prefieren no salir después de las 21 horas. No ha llegado la fuerza pública, pese a que hemos solicitado la intervención de la Policía Federal, el Ejército y la policía estatal
, agregó.
En Tixtla sólo hay 28 policías municipales, luego del despido de 42 agentes que reprobaron los exámenes de control de confianza. Además, operan tres grupos de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria, divididos desde hace más de un año.
El 29 de noviembre se celebrarán elecciones extraordinarias en Tixtla, después de que el Tribunal Electoral Estatal anuló los comicios del pasado 7 de junio debido a que padres de familia y normalistas de Ayotzinapa quemaron 27 de las 56 casillas para exigir la presentación de los 43 estudiantes desaparecidos. El Congreso local designó un gobierno interino encabezado por Vega Astudillo, familiar de Héctor Astudillo, quien ayer asumió la gubernatura de Guerrero.
El alcalde interino dio a conocer que el concejo popular ha detectado irregularidades cometidas por el gobierno que encabezó el perredista Gustavo Alcaraz Abarca en la realización de obras públicas.
Citó un informe de la Auditoría General del Estado, según el cual la administración saliente no ejerció entre 15 y 17 por ciento del presupuesto destinado a obras en la zona rural.
Afirmó que en 50 por ciento de las 17 comunidades de Tixtla no se hicieron obras sociales, por lo que convocó a las autoridades fiscalizadoras a que revisen las cuentas.