La primera licitación de la ronda uno, efectuada el 15 de julio, fue desairada por la mayoría de las empresas petroleras, pues sólo nueve de 24 empresas y consorcios precalificados se presentaron al concurso, por lo que fue considerada un fracaso por las autoridades del sector.

De los 14 bloques petroleros que salieron a subasta, sólo dos fueron adjudicados en la primera licitación de la ronda uno para la exploración y explotación compartida de hidrocarburos en aguas someras del Golfo de México.

El consorcio ganador fue el encabezado por la estadunidense Talos Energy, la mexicana Sierra Oil y la británica Premier Oil. El resultado de la puja tuvo un éxito de 14 por ciento, proporción por debajo de la estimación que se esperaba de entre 30 y 50 por ciento.

En aquella ocasión, Juan Carlos Zepeda, consejero presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), reconoció que el arranque de esa primera licitación no tuvo el impulso que estábamos esperando y nos quedamos por abajo de la meta de 30 por ciento, pero aclaró que todavía quedaban cuatro licitaciones en las que se tienen mejores expectativas, por su menor riesgo geológico. También atribuyó ese resultado al contexto internacional, en el que el precio del petróleo experimentó otra reducción significativa.

El consorcio encabezado por la mexicana Sierra Oil & Gas, la estadunidense Talos Energy y la inglesa Premier Oil se adjudicó dos de los 14 bloques. Los 12 restantes fueron declarados desiertos al no haber recibido propuestas.