Consejera critica presiones de funcionario de Instituto de Salud del Edomex
La atención es incompatible con necesidades de las reclusas; se pone en riesgo a pacientes y personal
Lunes 14 de septiembre de 2015, p. 39
Desde hace nueve años, el Hospital Psiquiátrico José Sáyago funciona como institución de puertas abiertas donde las pacientes tienen libertad para entrar y salir, participan en talleres y actividades que buscan su rehabilitación e incorporación a la sociedad.
El Modelo de Atención Miguel Hidalgo, impulsado desde la Secretaría de Salud (Ssa), no es un sistema asilar, pero está en riesgo por la pretensión de autoridades del Instituto de Salud del estado de México (Isem) de que dos mujeres que purgan condenas en la cárcel de Santiaguito –una de ellas por homicidio– sean aceptadas este lunes en la institución.
Virginia González Torres, secretaria técnica del Consejo Nacional de Salud Mental, órgano rector en la materia, denunció el hostigamiento de que son víctimas los directivos del hospital, por el coordinador de Salud del Isem, José Pedro Montoya Moreno, quien en reiteradas ocasiones, por escrito y en forma verbal, ha advertido que las reclusas deben ser recibidas en el nosocomio. No se entiende su posición cuando conoce el hospital, aunque casi no va, y sabe que carece de los mecanismos de control y supervisión de personas que han sido sentenciadas por algún delito
. Ahí, por el contrario, se encuentran mujeres sin pendientes con la justicia, que a diario trabajan por su reintegración social.
Esa es la visión del modelo Hidalgo, subrayó González Torres. Aunque no ha logrado que se extienda a otros nosocomios del país, lo que busca es terminar con la situación de abandono y violación de derechos de los enfermos mentales. El esquema ya demostró en el hospital Sáyago que es posible, sostuvo.
Desde junio pasado, la directora de este nosocomio, Gabriela Sánchez, tuvo conocimiento de las mujeres internadas en el Centro de Prevención y Readaptación Social de Santiaguito, porque se les realizó una evaluación clínica. Los médicos determinaron, en procesos por separado, que ambas padecen esquizofrenia y retardo mental moderado. No seguían ningún tratamiento y para su atención, indicaron en sendos dictámenes –cuya copia tiene La Jornada–, se requería atención institucional terapéutica asistencial y de custodia
.
Los especialistas señalaron en esos documentos que el hospital Sáyago no podría recibirlas porque es una institución de puertas abiertas, y recomendaron referirlas al siquiátrico Fray Bernardino Álvarez, en la ciudad de México.
En entrevista, González Torres resaltó que el ingreso de las dos mujeres pondría en riesgo a las pacientes y al personal que labora en el hospital por la carencia de infraestructura adecuada, ya que no es una cárcel y los trabajadores no están capacitados para el tipo de atención y cuidado que ellas necesitan.
Dijo que existen otros centros siquiátricos en el país a donde pueden llegar las reclusas. Además del Fray Bernardino está el de Cuautla, Morelos; ambos cuentan con las instalaciones físicas que se requieren para este tipo de casos, explicó.
Virginia González Torres recordó que el modelo de atención Miguel Hidalgo se inició en el hospital Sáyago en 2006, cuando el entonces gobernador del estado de México Enrique Peña Nieto inauguró las primeras villas de hospitalización, que en realidad funcionan como casas donde las usuarias llevan vida independiente, con supervisión y vigilancia médica del personal de la institución.
En la actualidad funcionan 22 villas en el hospital Sáyago con el mismo esquema, indicó González Torres.