Los rezagos que ha tenido el Congreso de la Unión en materia de transparencia en el uso de sus recursos “constituyen el talón de Aquiles del país’’ en este ámbito, advirtió la académica del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Issa Luna Pla, quien sostuvo que más allá del destino de los recursos económicos, en realidad se ‘‘trata de una herramienta de control político’’ que permite manipular el desempeño de los legisladores en sus tareas, por sus condicionantes.

En entrevista, la doctora en transparencia aseveró que en la actualidad, la opacidad que prevalece en el manejo de los recursos del Congreso de la Unión genera un desbalance institucional en la medida en que la discrecionalidad con que se han utilizado ha incidido, con frecuencia, en el comportamiento de los legisladores y las bancadas.

‘‘El ejercicio discrecional de esos recursos fue lo que hizo que en el Pacto por México los partidos políticos se unificaran, los diputados y senadores votaran en bloque y pudieran efectivamente determinar cuál iba a ser el destino de esas reformas estructurales aprobadas en la primera mitad de este sexenio’’, aseguró.

–¿A eso atribuiría el retraso en los compromisos en materia de transparencia?

–Estos recursos son usados para controlar y manipular a otros grupos y para intercambiar beneficios parlamentarios y prebendas. No están siendo transparentados y nos están afectando en todos los campos a la transparencia de los congresos, porque al instalar esa regla económica de discriminación, de uso discrecional de esos recursos, ejerces cierto control individual en cada diputado o senador, o puedes ejercer un control de grupo parlamentario.

‘‘No lo hacen porque el costo es muy alto, porque es perder el poder; el costo de transparentar esta información es perder la capacidad económica que ellos han tenido tradicionalmente y que han ejercido para operar.’’