Regresa la garra Puma
Chivas cambia de técnico, pero no de dueño
la mitad del torneo los Pumas son de verdad y las Chivas siguen decepcionando. Después de varios torneos en que traían por el pasto el prestigio de la institución, los auriazules hacen soñar a su público y atraen la atención del resto de los fanáticos, mientras que en las Chivas se da por un hecho el cambio de técnico... pero no de dueño.
El futbol mexicano gira en torno a los cuatro grandes. Y el problema se agrava cuando el más popular, representativo e importante de ellos se encuentra en peligro de descenso. Jorge Vergara, grande en negocios, se achicó al entrar en el futbol. Quiso manejar a las Chivas como una sociedad anónima y dejó de lado la historia del Campeonísimo, del Rebaño Sagrado, del equipo que puede considerarse como especial en el país.
No se duda que Vergara ha invertido en el equipo –él dice que ha gastado más de 25 millones de dólares en refuerzos–, pero quiso manejarlo de forma empresarial y olvidó que el futbol es también una pasión que está por encima de una caja registradora. Su mayor error, él mismo lo ha reconocido, fue contratar a Johan Cruyff para tratar de formar a las Chivas Mecánicas del Guadalajara.
El astro holandés, un fenómeno de la cancha, sólo se interesó por los dólares e intento dirigir al equipo desde la sala de su casa. Falló, por supuesto, pero el error fue del que lo hizo compadre. En cada torneo, Vergara trata de contratar a lo poco que le venden, que automáticamente suben de precio en cuanto llega la llamada de los tapatíos.
Sin embargo, los refuerzos también han fallado. Basta con ver a Isaac Brizuela: el Conejito era el elemento más desequilibrante del Toluca, pero en Chivas no burla ni a su sombra.
Para salvar al equipo del descenso –anda Chivas en su gira del adiós, dicen sus detractores–, el empresario recurrió a dos elementos de casa: los hermanos Chepo y Nestor de la Torre. En los últimos partidos, el Chepo muestra el mismo rostro que tuvo en sus días malos con la selección nacional, cuando daba la impresión que no sabía por dónde empezar el rompecabezas y lo único que quería era irse a refugiar en casa.
Ahora se da por hecho la llegada del técnico Matías Almeyda, en un intento por sacar del letargo a un equipo que perdió el rumbo. El argentino ya está en México y dice saber todo
de las Chivas, pero de entrada su posible fichaje se vislumbra como el siguiente craso error de Vergara.
La única esperanza del cuadro rojiblanco parecen ser los Dorados, ese equipo que acaba de ascender, pero que pocos conocen porque sus juegos son transmitidos por alguna desconocida televisora. Sin embargo, su cociente volátil no es algo en lo que pueda depender el chiverío.
Dicen las malas lenguas que Vergara se está adelantando a lo que vendrá: Almeyda es un técnico especialista en ascender equipos, lo hizo con River Plate y Banfield... y podría hacerlo también con el Guadalajara.
En el otro lado de la tabla, rugiendo con fuerza, los Pumas se muestran como un cuadro sólido. El técnico Guillermo Vázquez tuvo el acierto de contratar tres refuerzos que han encajado a la perfección en el esquema y han venido a complementar a un equipo que mantuvo la base a pesar de que el torneo pasado no calificó.
Los universitarios tienen un ataque temible, que reúne habilidad, variantes y contundencia. Como elemento surgido de la cantera universitaria, es positivo que el gol 3 mil de la UNAM haya sido anotado por Eduardo Herrera, un delantero que podría ser el sucesor de grandes arietes que han portado la azul y oro.
Pero además del aspecto futbolístico, estos Pumas tienen buen vestidor, como se dice en el medio...
En el aspecto internacional resaltó el doblete de Jesús Corona en su debut con el Oporto. El resurgimiento del Tecatito ha sido destacado, desde que un entrenador del Twente lo calificó de holgazán para entrenar. El ex rayado se creció al castigo y su buena campaña en el conjunto holandés lo llevó a ser firmado por uno de los equipos que tiene mejor ojo para los prospectos futboleros.
En cuanto al Tri ante Argentina, dentro de lo normal: al jugador mexicano le hace falta manejo de partido, no liquida a sus rivales cuando tiene oportunidad y pierde ventaja de dos goles aunque falten cinco minutos al partido.
chernández@jornada.com.mx