Lunes 14 de septiembre de 2015, p. a14
Toronto. La historia de Eva Perón siguió escribiéndose después de su muerte: su cadáver embalsamado fue secuestrado y sacado del país, al que regresó años después. Eso es el que se propuso contar el argentino Pablo Agüero en Eva no duerme, que se estrenó el sábado por la noche en el Festival Internacional de Cine de Toronto. Asegura que lo que le interesa no es el peronismo en sí, sino Evita, la segunda esposa del presidente argentino Juan Domingo Perón, como mito. Podemos estar de acuerdo o no con lo que Eva Perón representó, pero no podemos negar que su nombre fue para las clases populares símbolo de la lucha por la justicia social. Ese símbolo va más allá de la mujer real. Es universal
, dijo Agüero en entrevista