Los pepenadores hemos sido despojados de nuestra fuente de trabajo, por el interés de las autoridades capitalinas de privatizarla, denunció Pablo Téllez.

En un recorrido por la planta de tratamiento de residuos sólidos Aragón, donde fueron reubicados los 800 trabajadores del relleno sanitario Bordo Poniente, el dirigente del Frente Único de Pepenadores afirmó que cada vez son menos las chácharas recuperadas en las bandas de basura, para revenderlas.

La separación de basura domiciliaria y el acuerdo firmado con cementeras para enviarles a diario 400 toneladas de residuos ha mermado nuestro mercado e ingresos sin importarle a las autoridades, que pese a su discurso, no les importan los pobres.

Los problemas se acrecentaron hace tres años, cuando se cerró el Bordo Poniente por un proyecto de generación eléctrica que no ha salido y ha provocado que se desborden los residuos orgánicos en la planta de composta, con la consecuente pestilencia en el valle de México, señaló.

De 2 mil 500 toneladas diarias que recibíamos, en la actualidad son mil y menos de 10 por ciento tiene valor económico, por su reutilización o venta, pues la gente desde sus casas separa las botellas de pet, latas, periódico y cartón, que cambian por efectivo en los centros de acopio.

Mientras, los basureros hacen su propia pepena, por lo que recibimos una miseria, lo cual se traduce en menos ingresos para la gente: de 500 o 600 pesos que antes ganaban a la semana, hoy se llevan la mitad, en el mejor de los casos, comentó.

Sin embargo, afirmó, aquí nos mantendremos hasta el último momento. Ya nos chingamos muchas décadas y no vamos a dejar que, por negocios del gobierno capitalino, nos quiten nuestro trabajo y riqueza: la basura.