En cumplimiento a una resolución de amparo otorgado por un juez del Poder Judicial Federal (PJF), otro juzgador, pero del fuero castrense, canceló la orden de aprehensión contra el capitán y piloto instructor de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) Raúl Ibarra Cerrillos, quien había sido acusado por la Procuraduría de Justicia Militar de ocasionar daños a un avión en que se accidentó durante una práctica de adiestramiento.

El juez federal Alberto Díaz Díaz ordenó hace dos semanas que se cancele la orden de captura, por considerar que la pena que se le podía imponer al presunto responsable no era proporcional al delito que se le imputa.

El 21 de febrero de 2012, un avión Pilatus PC-7 de la Fuerza Aérea Mexicana derrapó en el Aeropuerto Ignacio Pesqueira de Hermosillo, Sonora, porque la tripulación no abrió el tren de aterrizaje a tiempo durante el descenso.

Entre 2012 y 2014, al menos 48 órdenes de aprehensión contra militares han sido canceladas por cuestiones similares al caso del capitán Ibarra, según consta en estadísticas del PJF.

La Secretaría de la Defensa Nacional culpó del siniestro de la nave Pilatus PC-7 al piloto instructor Raúl Ibarra Cerrillos, contra quien un juez militar ordenó la captura por el delito de infracción de deberes especiales de aviadores.

El Código de Justicia Militar prevé este delito en su artículo 377 y castiga con cinco años de cárcel a quien cause un daño a una aeronave del Estado en tiempos de paz y ocho años cuando quede destruida.

Según el pliego de acusación, Ibarra Cerrillos infringió su deber de aviador, ya que por descuido no verificó las indicaciones del tren de aterrizaje abajo, tocó tierra con el mecanismo y ocasionó daños en el fuselaje.

El capitán declaró que era vuelo de adiestramiento donde al aterrizar ordenó a su alumno y copiloto bajar el tren de aterrizaje y éste le confirmó el cumplimiento de la orden, pero no había sido así.