A consecuencia de la inseguridad existente en el país se estima que como mínimo, de diciembre de 2006 a 2013, se desplazaron poco más de 700 mil personas, señaló Luz María Salazar, profesora-investigadora de El Colegio Mexiquense.

Al participar en un foro sobre desplazamientos internos forzados, organizado por los institutos Mora y el Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), la experta refirió que la cifra mencionada es una primera medición, que forma parte de un estudio que realiza sobre el tema, junto con su colega, José Antonio Álvarez, y que será publicado a finales de año.

Tras exponer que estas cifras están bajo la reserva del subregistro, la especialista comentó que el fenómeno ha ido creciendo y citó como los años más problemáticos 2010, 2011 y 2012, en los que se disparó el desplazamiento por diversas razones ligadas a las actividades del crimen organizado.

Apuntó que otras aproximaciones consideran que cerca de un millón 500 mil personas se habrían desplazado forzosamente huyendo del crimen organizado y precisó que son los delitos de gran impacto los que obligan a la población a emigrar de sus regiones; entre ellos las ejecuciones extrajudiciales, los secuestros y las extorsiones.

Indicó que la investigación arroja que la gente, en primera instancia huye a regiones cercanas y luego se traslada una o dos veces más hasta encontrar un lugar donde establecerse. El primer tránsito es de huida, de emergencia y forzado, porque no hay de otra, y el segundo o tercer tránsito depende de varias circunstancias de los desplazados, por ejemplo, de cuántos son, si son familias, de las redes que tengan en las regiones, de los recursos con que cuenten y si hay patrimonio involucrado.

Precisó que los desplazamientos se dan en Sinaloa, Tamaulipas, Chihuahua, Nuevo León, Baja California, Guerrero, Michoacán, Oaxaca y Chiapas (este último citó que también tiene mucha movilidad, sobre todo por la migración centroamericana) y en cuanto al estado de México comentó que aunque tiene desplazamiento, tiene más recepción de gente que ha huido de otros lugares.

El criminólogo Martín Gabriel Barrón Cruz, profesor-investigador del Inacipe, dijo que en México no hay análisis criminológico de la violencia, lo cual es un grave problema ante las circunstancias que enfrenta el país, pues dificulta tener un diagnóstico y tomar medidas efectivas de prevención.