oronto. El principal ritual cinematográfico de otoño, por decirlo así, de Norteamérica ha llegado a su 40 aniversario con su habitual programación de rico eclecticismo, pero ha añadido una sección competitiva denominada Platform, compuesta de 12 largometrajes a ser juzgados por un trío de realizadores prestigiosos: la francesa Claire Denis, la polaca Agnieszka Holland y el chino Jia Zhang-Ke. La película ganadora se llevará un premio de 25 mil dólares canadienses.
Esta nueva sección del TIFF (Toronto International Film Festival, en breve) se añade a la competencia de cine canadiense que, la verdad sea dicha, sólo le interesa a los locales. Platform le brinda al festival una muy deseada guía de cuáles películas de jóvenes cineastas les interesaron más a los programadores. Entre las 12 selecciones se cuentan dos latinoamericanas: El clan, del argentino Pablo Trapero, y Boi neon (Toro de neón), del brasileño Gabriel Mascaro.
Aunque el cine mexicano no figura en Platform, este año está representado nada menos que por 11 títulos. Sin embargo, varios de ellos son mexicanos por asociación, según se verá. Largometrajes dirigidos por mexicanos son La calle de la amargura, la más reciente realización del veterano Arturo Ripstein; Desierto, segundo largometraje de Jonás Cuarón (hijo de ya-saben-quién), y Semana santa, debut de Alejandra Márquez Abella. A la lista podría añadirse Te prometo anarquía, cuyo director, Julio Hernández Cordón, es guatemalteco, pero egresado del CCC y la película es una coproducción entre México y España. Otra coproducción, en este caso entre Venezuela y México, es Desde allá, ópera prima del venezolano Lorenzo Vigas.
Además, en la sección Wavelengths, dedicada al cine más experimental, se ha programado la más reciente realización de Nicolás Pereda, un mediometraje titulado Minotauro. También como mexicanos, por razones de producción, figuran el corto Paradox of Praxis, del belga Francis Alÿs, y el mediometraje Santa Teresa y otras historias, del dominicano Nelson Carlo de los Santos Arias. Según parece, ambos son una descripción muy subjetiva de Ciudad Juárez y por eso se programaron juntos. Por si fuera poco, también representa parcialmente a nuestro país una instalación llamada Fireworks (Archives), realizada por el célebre director tailandés Apichatpong Weerasethakul. Obviamente podrá ser apreciada en un museo y no en una sala de cine.
Redondean la participación mexicana un par de cortos: Soñar el otro, de Abril Schmucler Íñiguez (que sí es mexicana y también egresada del CCC), y 7 Sheep, de la polaca Wiktoria Szymanska; habría que averiguar cómo un corto de 21 minutos de duración, involucró capitales de Polonia, el Reino Unido, Dinamarca y México.
El ánimo celebratorio será evidente en los siguientes 10 días que dura el festival de Toronto. De por sí imposible de cubrir de manera siquiera parcial con sus centenares de películas, va a haber varios eventos especiales, como la proyección gratuita de Vértigo/De entre los muertos, la obra maestra de Hitchcock con la música de Bernard Herrmann interpretada en vivo por la Orquesta Sinfónica de Toronto; así como charlas ofrecidas por la actriz Julianne Moore, Matthew Weiner, el creador de la serie Mad Men, la comediante Sarah Silverman y last but not least, la veracruzana Salma Hayek, quien viene a recalcar una fuerte presencia mexicana, aunque sea de connotaciones extranjeras.
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