l secretario de Hacienda entregó a la Cámara de Diputados la propuesta de Presupuesto de Egresos para 2016 junto con los Criterios generales de política económica. Los Criterios explicitan las consideraciones tomadas en cuenta para la elaboración del Presupuesto, fijando las metas centrales de la política económica para 2016. El documento da cuenta de la situación de la economía mundial y la manera en la que afectará el desempeño económico. Incorpora también lo que se considera el marco macroeconómico nacional, en el que se establecen las metas para variables centrales en el funcionamiento de la economía.
Las principales metas comprometidas en los Criterios son: el PIB aumentará alrededor de 3.1 por ciento, lo que supone 0.8 puntos porcentuales más que lo que se crecerá en 2015; la inflación esperada se mantiene en línea con la meta histórica fijada por el Banco de México de 3 por ciento; se piensa que el tipo de cambio promedio sea de 15.60 pesos por dólar, lo que implica una apreciación respecto de la cotización actual; el déficit presupuestario se fija en 0.5 por ciento del PIB, que no considera 2.5 puntos del PIB asociados a inversiones de Pemex y CFE. Se plantea, además, contener
el crecimiento de la deuda pública, reduciendo las emisiones de deuda interna y externa en 60 mil millones de pesos.
El dato central de este planteo es que en 2016 creceremos más que en 2015, lo que implica que mejorará la situación económica nacional. Las fuentes de este mayor crecimiento tendrían que ser internas, ya que la economía mundial enfrenta dificultades que plantean que 2016 será un año de dificultades: el precio del petróleo se ha reducido significativamente llevando a que se considere un precio promedio de 50 dólares el barril para 2016, lo que sumado a la reducción de la plataforma de exportación implica una caída de los ingresos fiscales derivados del petróleo de 48 por ciento. Para agravar la situación, la tasa de interés de los fondos federales estadunidenses aumentará en el último trimestre de este 2015 y llegará a niveles de 4-5 por ciento en el curso de 2016, lo que provocará cambios en el sentido de los flujos internacionales de capital.
De modo que el sector externo no podrá ser la explicación de un mayor crecimiento. Los Criterios señalan que la demanda interna se fortalecerá por cuatro razones: crecerá el empleo formal, habrá una expansión del crédito, aumentará el salario real y la confianza de los consumidores y de las empresas mejorará paulatinamente. Además, advierten que los sectores que más crecerán serán la construcción y los servicios, que están menos vinculados con el sector externo. La gran explicación de este dinamismo, según el gobierno, son las reformas estructurales que se están implementando. Según ellos estas reformas favorecerán un mayor consumo por la reducción del costo de las telecomunicaciones y las tarifas eléctricas.
La explicación del crecimiento del empleo, los salarios y el crédito se deja al funcionamiento de las fuerzas del mercado, que en 2015 mostraron cierta mejoría en sus indicadores. Es claro que el cuarto elemento, la confianza de empresas y ciudadanos, no tiene ninguna posibilidad de mejorar y, sin esa confianza recuperada, tampoco veremos crecer el empleo y los salarios en la medida necesaria para que la economía logre mejorar el crecimiento respecto a 2015. La información proporcionada por el Grupo Internacional de Expertos Independientes (GIEI) sobre Ayotzinapa ha demostrado que la verdad histórica
planteada por la Procuraduría es, en realidad, una mentira histórica que cuestiona al gobierno federal en su conjunto. La OEA lo ha reconocido al señalar que hace suyo el informe del GIEI, ya que es una importante contribución a la lucha contra la impunidad.
Es necesario tener claro que los Criterios señalan las metas a las que se compromete en gobierno federal. No se trata de estimaciones hechas por una empresa consultora nacional o internacional. Son compromisos presentados a la consideración del Poder Legislativo y, por ello, del conocimiento de la ciudadanía. Por supuesto su cumplimiento depende de unas circunstancias específicas, pero también, y sobre todo, de la reacción de política económica que el gobierno instrumente frente a las modificaciones del entorno. De entrada, sin embargo, ya es posible sostener que las metas no se lograrán ya que las fuentes del crecimiento no tienen fundamento. Son simplemente buenos deseos.
