Está embarazada y debe decidir entre el bebé o un empleo
Martes 8 de septiembre de 2015, p. 33
Pekín.
Un caso en China ha suscitado una protesta generalizada porque una embarazada de ocho meses sopesa realizarse un aborto ilegal porque dar a luz al infante violaría la estricta política demográfica del país y podría costarle a su esposo su empleo en el gobierno.
Varias personas han telefoneado a las autoridades locales en la provincia de Yunnan, donde vive la pareja, para saber más del caso, mientras se informó que un servicio de viajes por Internet ofreció al marido un puesto en caso de que pierda su trabajo de policía.
El caso ha reavivado el debate sobre si los empleos en el sector público deben servir para aplicar la política que limita a las parejas a tener sólo un hijo cuando tanto el esposo como la esposa tienen al menos un hermano.
La mujer, quien sólo accedió a ser identificada como Chen, dijo el lunes en entrevista telefónica que ella y su cónyuge se sienten presionados a abortar a su segundo hijo para que su esposo pueda mantener su empleo en la policía local.
Wen Xueping, funcionario de planeación familiar en la prefectura Chuxiong en Yunnan, aseveró que la pareja no será obligada a abortar al bebé, pero ya les advirtieron sobre las consecuencias de tenerlo. Los matrimonios que violan la política del hijo único enfrentan fuertes multas y, si tienen empleos en el gobierno, se arriesgan a ser despedidos.
Wen dijo que varias personas han llamado a las oficinas para preguntar sobre la pareja, cuyo caso ha atraído mucho la atención en las redes sociales en China.
El sitio de noticias oficial The Paper informó que el sitio web de viajes CTrip ofreció al hombre un empleo en caso de que pierda su puesto en la policía.
Muchos críticos piden que se ponga fin a la política del hijo único, con el argumento de que China no puede soportar una sociedad que envejece. Dicen que quitar el modo de vida de una familia es también un castigo severo, en especial para una familia que ahora tiene que mantener a dos hijos. Algunos observadores han dicho que la pareja tuvo que obedecer la política desde un principio y que no deberían esperar ninguna excepción.