Los problemas que enfrentan las mujeres indígenas se han agudizado con el incremento de la violencia en el país, el aumento de la pobreza, el despojo de los territorios, la invasión a sus formas propias de gobierno y la ausencia de consulta para poner en práctica programas y proyectos, aseguraron las agrupaciones convocantes al primer Congreso Nacional de Mujeres Indígenas.

En el acto de inauguración del encuentro precisaron que los derechos humanos de las mujeres y pueblos indígenas no son reconocidos plenamente y menos garantizados, a pesar del reconocimiento constitucional de México como una nación pluricultural.

En entrevista, Dinah Shelton, de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), resaltó la importancia de la participación política de la mujeres indígenas y sostuvo que a mayor participación, mayor será el beneficio para este sector.

Celebró también la aprobación de leyes que garanticen la paridad en los puestos de elección popular y sostuvo que si México ya cuenta con un instrumento legal de esa índole se garantizará que la presencia femenina, y también de indígenas, aumente en las instancias de decisión, pero para ello –remarcó– se necesita tener más candidatas de los pueblos originarios.

La comisionada expuso que el fenómeno de los feminicidios en México preocupa mucho a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y apuntó que la CIDH ha pedido al gobierno mexicano que haga más para evitar y prevenir los asesinatos de mujeres.

Lamentó que la violencia contra la población femenina vaya en aumento en el continente e indicó que el feminicidio también afecta a las indígenas. La gran cantidad de muertes entre estas últimas no es sólo un problema de América Latina, pues acaban de emitir un reporte sobre el número de mujeres indígenas asesinadas en Canadá, y en Estados Unidos se da una situación similar.

Martha Sánchez Néstor, secretaria de Asuntos Indígenas de Guerrero, señaló que en el país deben concretarse cambios estructurales, para mejorar la situación de las mujeres indígenas y definir un presupuesto etiquetado para atender este sector de la población.

Añadió que también habría que crear mecanismos a escalas nacional y estatal para mejorar el acceso a la educación de los jóvenes de los pueblos originarios, sobre todo de las mujeres, que cada vez llegan a niveles de instrucción mayores, así como apoyos financieros para que continúen sus estudios.

También consideró indispensable canalizar apoyos para prevenir la violencia, y detalló que en Guerrero las mujeres se han organizado en redes para tratar de evitarla en las ciudades y en las zonas rurales, ya que el alza de la criminalidad también ha redundado en más abusos contra mujeres de los pueblos originarios.

Hay muchos feminicidios que antes no se daban y se ha desatado la violencia política en contra de compañeras que aspiran a cargos de toma decisión en los ayuntamientos. No obstante, ya hay 20 municipios ganados por mujeres, y aunque la ley de paridad abrió algunas puertas, las indígenas siguen siendo muy pocas en estos cargos.