Cuernavaca, Mor.

Policías municipales de Cuautla pararon labores ayer cinco horas para exigir la destitución del director operativo, Ramiro Flores, y manifestarse contra la estrategia del mando único que comanda en esta demarcación Jesús Pérez.

Criticaron que desde que opera la estrategia en Cuautla no ha disminuido la inseguridad y ésta ha sido utilizada para despedir a los policías con el pretexto de que no aprobaron los exámenes de control y confianza.

Estábamos mejor antes, como municipales, no como mando único. Porque antes de que se firmara el convenio nos prometieron Seguro Social, garantías, prestaciones y buen sueldo; pero hasta ahora no hemos visto nada, ni uniformes, ni mantenimiento en patrullas, nada, afirmó un agente.

Durante la protesta denunciaron que tanto el director operativo como el comandante del mando único, abusan de sus cargos, y a algunos compañeros los han cambiado de funciones para hostigarlos y obligarlos a renunciar.

Mencionaron que incluso no toman en cuenta las licencias por enfermedad y las toman como falta injustificada. Por esos y otros abusos decidieron manifestarse. Demandaron la intervención del edil perredista, Jesús González, y anunciaron que pedirán un alza salarial, pues actualmente ganan 4 mil 200 pesos quincenales pero pretenden ganar 4 mil 800 pesos.

El edil ofreció recibirlos la próxima semana, mientras los uniformados advirtieron que si no destituyen a esos mandos, aumentarán las protestas y paros.

Por otra parte, familiares del joven Raúl Hernández Noguez, quien fue asesinado presuntamente por elementos del mando único, el pasado 29 de agosto, denunciaron que policías de esa corporación los intimidan, pues desmintieron la versión oficial de la Comisión Estatal de Seguridad de que el policía disparó contra el joven en defensa propia.

Insistieron en que la Procuraduría General de la República atraiga el caso, pues el encargado de despacho de la Fiscalía General del Estado, Javier Pérez Durón, quien es sobrino de Olga Durón, ex esposa del gobernador Graco Ramírez, no garantiza la aplicación de la justicia.