En lo que va del sexenio, la inversión extranjera directa (IED) destinada al sector turístico cayó 32 por ciento, al pasar de mil 214.1 millones de dólares durante 2012 a sólo 825.4 millones de dólares en 2014, indica el tercer Informe de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.

Con tal retroceso, los capitales foráneos captados por la llamada industria sin chimeneas, considerada por el gobierno federal prioritaria por las divisas y desarrollo que genera, representaron apenas la quinta parte de los recursos que las empresas del ramo obtuvieron a través de créditos bancarios, los cuales crecieron 24.6 por ciento en el mismo periodo.

Si bien la banca privada concentra la mayoría del financiamiento al sector, en este sexenio ha crecido la participación al respecto de la banca de desarrollo, porque de aportar apenas 15 por ciento del total en 2012 a junio de este año subió a 23.9 por ciento.

Destaca el caso del Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext), que se incorporó al gabinete turístico del gobierno de la República, convirtiéndose en su brazo financiero, de manera que el saldo de la cartera se ubicó al cierre de junio de 2015 en 20 mil 142 millones de pesos, lo que implica un crecimiento de 59.5 por ciento en términos reales respecto del saldo registrado en junio de 2014, detalla el Informe presidencial.

Entre 2013 y 2014, el sector turismo recibió 113 mil 492.7 millones de pesos en financiamiento bancario. Tal cantidad resulta 358.5 por ciento o 4.5 veces superior a los 24 mil 752 millones de pesos (mil 903.9 millones de dólares, a un tipo de cambio de 13 pesos por dólar) que la IED turística acumuló en el primer bienio del sexenio y que se refiere a los flujos canalizados al subsector de servicios de alojamiento temporal, es decir hoteles y moteles. Así, las empresas turísticas han recibido cinco veces más recursos a través de los créditos bancarios que de la inversión extranjera.

Las estadísticas del Informe no consignan la cifra de la IED turística que llegó a México durante el primer semestre de 2015, pero sí la del financiamiento bancario, que ascendió a 66 mil 78.3 millones de pesos. Tal monto en los primeros seis meses de 2015 superó en 3.3 por ciento a los 63 mil 958.2 millones de pesos concedidos en los 12 meses de 2014.

La brecha entre la IED y el financiamiento bancario para el turismo se profundizó desde 2007, cuando el sector recibió la cifra récord de mil 875.8 millones de dólares de IED (20 mil 514 millones de pesos a un tipo de cambio promedio de 10.93 pesos), cifra superada por sólo 1.4 veces o en 40 por ciento por el crédito bancario que entonces fue de 28 mil 879 millones de pesos.

La crisis financiera de 2008 provocó un desplome en la IED turística pues en ese año sólo se recibieron 156.6 millones de dólares (mil 748.4 millones de pesos), superado 21.7 veces por los créditos bancarios. La proporción entre ambos factores bajó a 7.8 veces en 2009 y a 3.6 en 2010, pero subió a 4.1 veces en 2011.

Cuando se inició el gobierno de Peña Nieto a finales de 2012, la IED equivalía a la tercera parte de los créditos bancarios, pero en 2013 la brecha se abrió a 3.5 veces pues los capitales foráneos sumaron mil 78.5 millones de dólares o 13 mil 766.5 millones de pesos, con un tipo promedio de 12.7645 pesos de ese año, contra el financiamiento bancario, que sumó 49 mil 534.5 millones de pesos.

El año pasado, la diferencia de la IED respecto de los créditos bancarios saltó a 5.8 veces: la primera ascendió a 825.4 millones de dólares, equivalentes a 10 mil 985.66 pesos (a un tipo de cambio de 13.30 pesos por dólar) contra 63 mil 958.3 millones de pesos de créditos.

La suma de la IED y los créditos de ambos años indica que éstos cuadruplicaron a la primera en los recursos que obtuvo el sector turístico durante el primer bienio de este sexenio.