Ankara.

El G20 considera insuficiente el crecimiento mundial, en un contexto de preocupación por la ralentización económica de China.

El crecimiento mundial está por debajo de nuestras expectativas, afirma un borrador del comunicado final de la reunión que durante dos días sostuvieron en la capital turca los ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales del grupo de las 20 mayores economías industrializadas y emergentes, entre ellas México (G20), que supone 85 por ciento de la economía mundial.

Los ministros acordaron adoptar procedimientos claros y respaldar una comunicación más transparente en lo referido a políticas monetarias, a fin de no afectar a otras economías, en particular las emergentes, y reconocieron que la dependencia de las tasas de interés ultra bajas no sería suficiente para acelerar la expansión.

Nos hemos comprometido a adoptar medidas decisivas para que el crecimiento se mantenga encaminado y confiamos en que la reactivación económica se acelerará, afirma el documento, al que tuvo acceso la agencia de noticias Afp.

El G20 prometió además abstenerse de cualquier devaluación competitiva, un mensaje para China, cuya reciente depreciación del yuan impactó a los mercados financieros mundiales en las últimas semanas. Reiteramos nuestro compromiso de avanzar hacia sistemas cambiarios determinados por el mercado y la flexibilidad de las tasas cambiarias, subraya el proyecto de declaración final.

La directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, recalcó en declaraciones a periodistas que el crecimiento global es aún demasiado moderado y desigual y que el único índice demasiado alto es el del desempleo.

Estados Unidos, que insistió mucho para que la expresión devaluación competitiva apareciera en el texto final, también recibió un toque de atención del G20, aunque con palabras veladas. Los países del G20 se comprometieron a evaluar y comunicar cuidadosamente sus iniciativas, sobre todo en el contexto de decisiones importantes de política monetaria y demás, a fin de minimizar los efectos secundarios, reducir las incertidumbres y promover la transparencia, como claves de un crecimiento vigoroso.

El mensaje parece ir claramente dirigido a la Reserva Federal estadunidense, que mantiene en vilo a los mercados y a los países emergentes sobre la fecha en que volverá a subir los tipos de interés tras años de expansión monetaria. Muchos mercados emergentes ven con preocupación un posible aumento de la tasa básica de interés en Estados Unidos, que llevaría a los inversionistas a colocar capitales en mercados seguros con la esperanza de mayores réditos que los actuales.

El G20 llama a los gobiernos y a los bancos centrales a evitar el uso exclusivo de las tasas de interés como incentivo del crecimiento, aplicando en cambio políticas fiscales susceptibles de apuntalar el dinamismo económico y de crear empleos. Depender exclusivamente de instrumentos de política monetaria no conducirá a un crecimiento equilibrado, advierte.

Esta reunión se dio en momentos en que la economía de China –la segunda mayor en el mundo– se desacelera y cuando la de emergentes, como la anfitriona Turquía, están en recesión, lo mismo que Brasil y Rusia. Turquía acoge este año las reuniones del G20, antes de pasarle el relevo a China en 2016.