Del hielo al desierto y a Nahila Hernández nada la atemoriza, ni siquiera las minas personales que evadirá en el camino en Chile, en su nueva aventura por cruzar el desierto de Atacama.

La ultramaratonista mexicana quiere ser la primera mujer en conseguir la proeza a partir del próximo 16 de septiembre en un estimado de 20 a 25 días y de 50 a 60 kilómetros diarios para un total de mil 300, explicó la única iberoamericana en correr los cuatro desiertos más extremos del mundo.

Dijo que la expedición será muy dura, pero el desafío y el sueño de lograr la hazaña me provoca muchas sensaciones. Es una expedición compleja que implica minas, trabajo conjunto con el ejército de Chile.

Habrá cambios radicales de temperatura, la comida, hacer pipí, muchas cosas que estaremos viviendo de día y noche, narró ayer la deportista en conferencia de prensa mientras se transmitía el video de su reciente recorrido de 100 kilómetros en los Campos de Hielo Norte en la patagonia chilena, que realizó en dos días.

Ahora será distinto porque serán mil 300 kilómetros de desierto con temperaturas de cinco a 50 y 53 grados y es un desafío humano, duro y de mucho sacrificio al separarme de mis hijas un mes, lo que pone esa carga emocional. Ojalá todo se combine y nos llene de felicidad, señaló la ultradistancista.

En esta nueva aventura Nahila será asistida por médicos, sicólogos y su grupo de logística, ya que también quiere imponer el antecedente de que le hagan estudios científicos para conocer cómo reacciona el cuerpo y la mente en condiciones extremas durante el trayecto en la frontera chilena con Perú hasta Copiapó, en Chile.

En ese lapso, la mexicana estará reportando a través de un teléfono satelital sus avances en tiempo real que estarán en las redes sociales.

Nahila se da tiempo para atender a su familia, el deporte y negocios que van de la mano con su altruismo, para que vean que no sólo pasan cosas malas en el país.

Este domingo formará parte de una de las tantas fundaciones que apoyarán el maratón capitalino con los corredores que representarán a World Vision México, que busca mejorar la calidad de vida a niños con escasos recursos, así como a 200 familias en situación de pobreza, y este año se dedicó a los mazahuas.