El secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, informó en el Senado que el presupuesto del próximo año será austero, ya que el gobierno federal se apretará el cinturón ante la caída de los ingresos y la producción petrolera, por lo que habrá un menor gasto público, sin más endeudamiento, y no se incrementarán impuestos ni se crearán nuevos gravámenes.

A pregunta expresa de los legisladores, el funcionario advirtió que no se flexibilizará la reforma fiscal. Cómo vamos a perder ingresos en momentos en que están cayendo de manera dramática los precios del petróleo, les dijo, y recalcó que no por congraciarse con algunos liderazgos de los sectores empresarial y político, van a echar atrás la recaudación, que tuvo un incremento muy importante en 2014 y 2015.

Al participar en la séptima reunión plenaria de las bancadas del PRI y el PVEM, Videgaray tuvo una primera intervención, a la cual se permitió el acceso a la prensa y en la que adelantó los criterios en que se sustentará el Presupuesto de Egresos de 2016.

Detalló que la estimación del precio del petróleo será cercana a los 50 dólares por barril, ya que el gobierno federal logró adelantar la negociación de las coberturas petroleras, que cubrirán hasta 49 dólares. Añadió que prevén una producción promedio de 2.4 millones de barriles de crudo al día.

Reveló también que se van a restructurar programas y que es muy probable que se revise a la baja la expectativa de crecimiento, que se había fijado entre 3.3 y 4.3 por ciento.

Después respondió a los cuestionamientos de los senadores en una sesión a puerta cerrada, en la que le preguntaron sobre la posibilidad de modificar la reforma hacendaria y fiscal de 2013, como lo demandan los empresarios, el PAN y el propio coordinador de la bancada del PRI, Emilio Gamboa.

El horno no está para bollos

La respuesta de Videgaray fue un no contundente. Resaltó que no está el horno para bollos, y adelantó que en el proyecto presupuestal que presentarán a los diputados habrá algunos tiros de precisión. Se ha escuchado, dijo, al sector privado y hemos encontrado algunas cosas que tienen un bajo costo recaudatorio que pueden representar facilidades para las empresas.

Sin embargo, insistió, no esperen disminución en las tasas de interés ni en el régimen de contribuciones. Eso no va cambiar. A lo mejor el propio sector privado ha generado una expectativa que va más allá de la realidad, pero les quiero decir con toda claridad: la reforma hacendaria se sostiene por convicción y por necesidad.

Durante su discurso, el titular de Hacienda se mostró optimista en torno al tipo cambiario, y aseguró que pese la depreciación del peso, la economía ha crecido y los efectos del encarecimiento del dólar no se reflejan en otras variables económicas.

Refirió que un colega, ministro de un país hermano de Latinoamérica, le preguntó por qué en México causa tanta preocupación cada vez que la moneda se deprecia, pese a que significa mayor exportación de mercancías y mejores perspectivas para el turismo.

El funcionario federal pidió a los legisladores de su partido y de su aliado el Verde reflexionar en que pese a la depreciación del peso frente al dólar tenemos la inflación más baja de la que se tiene registro en los últimos 50 años, está creciendo el empleo y también el consumo de las familias mexicanas, debido a que hay un sistema de tipo de cambio libre.

La falta de liquidez

Explicó también que las intervenciones que ha llevado a cabo el Banco de México en las semanas recientes, en que se han utilizado las reservas para apuntalar al peso, no tienen la intención de fijar un nivel particular de la moneda frente a la divisa extranjera, ya que eso lo determina la oferta y la demanda. Lo que queremos es evitar un problema de desorden por la falta de liquidez.

Por otra parte, precisó que en el presupuesto de 2016, que en breve hará llegar al Congreso el presidente Enrique Peña Nieto, se mantiene también la decisión de no incrementar el déficit fiscal, que continuará disminuyendo, como lo ha hecho desde 2013

Al final, Videgaray se negó a a responder preguntas sobre lo revelado por Bloomberg en torno a que fue hasta un año después que el grupo Higa cobró el cheque que emitió por la compra de su casa de Malinalco, estado de México.