Investigadores y profesores calificaron de acto de frivolidad política el nombramiento de Aurelio Nuño Mayer como titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP) en sustitución de Emilio Chuayffet Chemor.

Destacaron que si ya era lamentable que se viera a la secretaría como una posición exclusivamente política, ahora se le entrega a un funcionario cuyo único mérito es tener cercanía con Enrique Peña Nieto.

Hugo Casanova, profesor del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación, destacó que si bien el nombramiento no es sorpresivo, sí lo es que la educación está siendo puesta en manos de un personaje que no ha probado ni tenemos evidencias de su conocimiento del sector.

Dijo que la SEP es una dependencia muy importante de la política social de un país, y podríamos considerarla como la secretaría del futuro, porque toca a niños y jóvenes, pero pareciera que estamos ante el “experimento de una persona que no ha probado sus dotes en materia de conducción educativa. No pretendo descalificar a priori, pero un territorio tan delicado no debería ser puesto a prueba”.

César Navarro Gallegos, profesor investigador del Instituto José María Luis Mora, destacó que los cambios reflejan una crisis de gobierno ante la incapacidad de llevar a cabo los proyectos que se plantearon como la gran transformación del país.

Lo que realmente duele, agregó, es que al igual que ocurrió en otros sexenios, la SEP se convierte en puesto de consolación para los amigos del Presidente, pues se elige a las personas que no tienen las más mínimas aptitudes.

Sostuvo que se entrega a un amigo de Peña Nieto una responsabilidad vital para el futuro del país, pareciera un acto de cinismo.

Por ello, consideró, seguiremos dando tumbos en la conducción del sistema educativo. Es una lástima que se designe a quienes no son capaces de entender la problemática educativa, ante una visión de la crisis actual.

Dirigentes y profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación señalaron: no buscamos cambio de funcionarios, sino de una visión de política de gobierno. Al nuevo secretario Nuño le reiteramos lo mismo que a Chuayffet: con los maestros se requiere diálogo abierto y honesto, no tratar de imponer ni venir a hacer otro ajuste de tuercas.

Dirigentes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación destacaron que hay cierta preocupación porque existen dudas fundadas sobre su conocimiento (de Nuño) del sistema educativo.

Apuntaron que conocer la realidad del sector, con miles de escuelas rurales, unitarias o multigrado, es complejo, y quizá más para quien nunca ha estado cerca de la educación pública. Indicaron que si bien aún no hay una posición oficial del gremio, quisiéramos evitar a toda costa una gestión de ocurrencias.