Martes 25 de agosto de 2015, p. 26
Nueva York. El euro y el yen subieron el lunes a máximos de siete meses contra el dólar, luego de que inversionistas preocupados por la desaceleración de la economía de China se desprendieron de sus activos más riesgosos adquiridos a través de operaciones carry trade y recompraron directamente monedas de bajos rendimientos.
Las tasas de interés ultrabajas en la zona euro y Japón habían llevado a los inversionistas a endeudarse en euros y yenes para recomprar monedas que ofrecieran réditos más elevados, normalmente divisas de naciones productoras de materias primas, como los dólares neozelandeses y los australianos. Pero en momentos de turbulencias financieras, los inversionistas venden esas monedas de alto rendimiento y acuden de nuevo al euro y al yen, que a su vez se benefician de la disolución de estas transacciones carry trade.
El índice dólar, que mide al billete verde contra una cesta de seis importantes divisas, bajó a 92.621, su menor nivel en siete meses, por una disminución de las expectativas de que la Reserva Federal suba sus tasas de interés en septiembre.
El euro escaló hasta 1.1711 dólares, su mayor nivel desde mediados de enero. En las operaciones al cierre de la sesión en Nueva York, operó en 1.1598 dólares, un alza de 1.8 por ciento en el día, con la probabilidad de que su avance sostenido de las últimas semanas llegue a preocupar al Banco Central Europeo. Previamente en la sesión el dólar cayó a un mínimo de 116.47 yenes, su menor punto en siete meses, y más tarde cotizó en 118.44 yenes, un retroceso de 2.9 por ciento.
Los temores en torno a la desaceleración de la economía de China, y sus efectos en el crecimiento global, arrastraron a los mercados después de una serie de indicadores débiles de esa economía.