Spa-Francorchamps.

El británico Lewis Hamilton logró ayer la victoria en el Gran Premio de Fórmula 1 de Bélgica, por delante de su compañero de equipo en Mercedes, el alemán Nico Rosberg, mientras el mexicano Sergio Pérez terminó en la quinta posición.

La tercera plaza fue para el francés Romain Grosjean, que aprovechó un pinchazo en la rueda del alemán Sebastian Vettel en la penúltima vuelta, tras una arriesgada estrategia de Ferrari.

Después de partir de la pole position, la décima en 11 carreras, Hamilton celebró su sexta victoria del año, lo que amplía su ventaja al frente del campeonato, donde el actual monarca manda con 227 puntos, 28 más que Rosberg y 67 sobre Vettel.

El jalisciense Sergio Pérez concluyó en la quinta posición luego que su coequipero de Force India, el alemán Nico Hülkenberg abandonó por problemas en el motor antes de la partida en el circuito de Spa-Francorchamps.

Checo adelantó a Rosberg para ubicarse segundo. Justo detrás se asentó el australiano Daniel Ricciardo, de Red Bull.

Ambos entraron muy temprano en boxes para cambiar neumáticos, lo que fue aprovechado por Rosberg y Vettel para ponerse segundo y tercero, respectivamente.

Creo que fue una buena carrera, pero tenemos mucho qué aprender, la degradación fue muy grande en los neumáticos, entonces, sin duda, hay que analizarlo. Estoy bastante optimista de ir a Monza y pelear por buenos puntos ahí, señaló Pérez, quien sale con 10 puntos y su mejor posición en un GP este año al acabar quinto, que lo coloca en la undécima posición de la clasificación de pilotos.

Un defecto en el Red Bull de Ricciardo obligó a lentificar la carrera con una fase de safety-car virtual. Hamilton mostró entonces su enfado por el hecho de que, pese a la limitación de velocidad, Rosberg recuperara alrededor de un segundo.

Hamilton entró a cambiar neumáticos y luego lo hizo Rosberg. Pero la ventaja de los Mercedes sobre Vettel era tan grande, que el Ferrari del alemán siguió en tercera posición.

La pelea estaba por detrás. Vettel parecía poder contener el empuje del Lotus de Grosjean, pero la rueda trasera izquierda del bólido rojo reventó tras una arriesgada estrategia a una parada y el podio se esfumó.

El alemán dejó en claro tras la carrera su enfado con el fabricante de neumáticos Pirelli, proveedor oficial de la Fórmula 1.

Tengo que tener cuidado con lo que digo, lanzó Vettel, que disputaba su Gran Premio número 150 y el 900 de Ferrari. Pero hay que decir que la calidad de las ruedas es miserable.

El tetracampeón mundial tuvo que conformarse con la duodécima plaza, justo por delante del McLaren del español Fernando Alonso.

Pirelli se defendió a través de su director deportivo, Paul Hembery. Era una carrera de dos o tres paradas, no de una, advirtió. El fabricante italiano encontró el apoyo del ex piloto Niki Lauda, jefe del consejo de vigilancia de Mercedes: Considero totalmente injusto que ahora culpe a Pirelli.

En otro orden, el GP de Rusia 2017 podría ser una carrera nocturna en Sochi, adelantó Bernie Ecclestone, jefe comercial de la Fórmula 1.