Aunque el derecho a la protección de la maternidad en los ámbitos laboral y de seguridad social está reconocido en la Constitución, el panorama es bastante desalentador y la constante son las violaciones a esa garantía, señaló el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) en su informe 2015 sobre los derechos reproductivos en México.

El documento indica que tanto en la legislación como en la práctica sigue prevaleciendo la visión de que son las mujeres quienes tienen la responsabilidad principal en el cuidado de los hijos y añade que la normativa nacional no se encuentra armonizada con los estándares internacionales en la materia.

Lamenta que las licencias de paternidad sigan siendo tan limitadas, lo cual no permite que esta medida contribuya de forma real a avanzar hacia la igualdad en las responsabilidades en el cuidado de los hijos.

Tras las reformas hechas a la Ley Federal del Trabajo en 2012, el artículo 132, inciso XXVII bis, otorga sólo cinco días laborales con goce de sueldo a los hombres trabajadores por el nacimiento de sus hijos o por adopción.

GIRE refiere que dicho plazo no sólo carece de una argumentación que motive la determinación de este número de días, sino que resulta insuficiente para alcanzar el objetivo de lograr una repartición igualitaria real de las responsabilidades en el cuidado y crianza de los hijos.

Asimismo destaca que las licencias maternas siguen escatimándose, pese a estar expresadas en la ley, y más aún la extensión de las mismas cuando surgen complicaciones en el parto.

Resalta que según datos de 2009 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, 45.7 por ciento de las trabajadoras no tuvieron acceso a incapacidad o licencia médica después del parto. Añade que si se toman en cuenta los casos de complicaciones del embarazo o aborto, la cifra se eleva a 67.1 por ciento de mujeres trabajadoras que no tuvieron acceso a incapacidad o licencia médica.

Agrega que siguen los casos de despido o no renovación de contrato por motivos de embarazo y refiere que las estancias infantiles son insuficientes para dar cabida a los niños, lo que limita enormemente las posibilidades de las mujeres de reintegrarse o integrarse al trabajo, dado que sobre ellas sigue recayendo casi la totalidad del cuidado de los hijos.