Saltillo, Coah.

Agentes de la Subprocuraduría para Delitos Especiales de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) detuvieron al empresario Óscar Lozano Chávez, propietario de la empacadora ProKarne y de los campos agrícolas Santa Cruz y El Pedregal, ubicados en el municipio conurbado de Ramos Arizpe, donde eran explotados 78 menores y 229 adultos, a quienes no les pagó por la cosecha y empaque de legumbres.

Según fuentes de la subprocuraduría, Lozano Chávez fue arrestado la noche del viernes pasado en la ciudad de Saltillo, acusado de trata de personas por la explotación laboral de niños, adolescentes y adultos en predios de su propiedad.

Sin embargo, las autoridades no dieron detalles sobre el sitio en el que Lozano Chávez fue aprehendido. La PGJE informó que hay otros siete detenidos, entre ingenieros, capataces de los ranchos y un hombre identificado como Fidel Martínez, originario de Hidalgo, quien según testimonio de los jornaleros, es el principal enganchador de trabajadores en Hidalgo y Veracruz.

Este sábado, la Secretaría del Trabajo en Coahuila encontró a otros cinco adolescentes de 15 años que hacían trabajo de adultos en un campo agrícola en Francisco I. Madero, municipio conurbado a la ciudad de Torreón. Los menores laboraban en la cosecha de tomates junto con sus padres, originarios de San Luis Potosí, informó la titular de la dependencia, Norma González Córdova.

Los menores fueron ubicados durante una inspección de la Secretaría de Trabajo y de la Comisión Estatal de Seguridad en campos agrícolas de la región Laguna. Entre miércoles y jueves de esta semana las autoridades descubrieron que en los predios El Pedregal y Santa Cruz, del ejido Estación Higo de Ramos Arizpe, 78 niños y jóvenes de ocho a 17 años, eran empleados en la cosecha de legumbres.

Suman 83 menores en campos

Así, suman 83 menores detectados por las autoridades realizando labores de adultos. Asimismo 229 jornaleros adultos que trabajaban en condiciones insalubres y de hacinamiento, 20 de ellos ancianos con deshidratación y picaduras de chinches.

La idea es erradicar el trabajo infantil y la explotación laboral, aseguró la funcionaria, quien, no obstante, mencionó que los menores estaban alojados en condiciones adecuadas y ganaban 110 pesos diarios, a diferencia de los de Ramos Arizpe, que trabajaban jornadas de 12 a 15 horas, no reci-bían el pago de 120 pesos, comían pan, café y sopa de pasta y dormían en galeras insalubres.

Detalló que los adolescentes del rancho de Francisco I Madero, son oriundos de San Luis Potosí y trabajaban junto con sus padres en la cosecha de tomate. Tras una inspección se determinó que los menores tenían una jornada laboral de siete horas diarias.

Indicó que fueron trasladados a Torreón junto con sus padres y se logró el acuerdo con el propietario del rancho (cuyo nombre no se dio) para que reciban la liquidación que les corresponde por ley. Además, se iniciaron los procedimientos legales que determinarán las sanciones a las que se haga acreedor el propietario del predio”.